No tengo ninguna duda sobre el fichaje de Dani Alves. Porque con él no fichamos a un veterano cualquiera. Fichamos un lateral de leyenda que dejó un vacío en su posición y que cinco años después -tras 76 millones invertidos-, todavía nadie ha sabido ocupar en Barcelona.
Con Alves vuelve la mentalidad ganadora que necesita este equipo en construcción. Vuelve la experiencia, profesionalidad y maestría que necesitan los jóvenes como Gavi, Pedri, Nico, Araujo y compañía. Nos equivocamos si vemos este fichaje solo en clave futbolística, porque Alves será más importante en el vestuario que en el terreno de juego. Su llegada tendrá un efecto inmediato en la plantilla. Aportará su gen competitivo, mejorará a sus nuevos compañeros y, además, entiende el juego que quiere implementar Xavi.
Eso sí, su fichaje es un golpe de realidad. Es reconocer ante todo el mundo lo mal que está el club, porque en un Barça hecho y ganador, su fichaje no tendría ningún sentido. Pero en el Barça actual, es todo un acierto su vuelta por todo lo que significa ese jugador.
ADRIÀ COROMINAS
Twitter: @adriacat
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