No lleva ni una semana en el fútbol de Francia y la prensa de este país ya conoce del comportamiento de Neymar fuera de las canchas. Amigos, fiestas y lujosos yates son cosas con las que el brasileño se divierte y de las que el FC Barcelona podría decir que, felizmente, se ha liberado.
Perder un jugador de la talla de Neymar ha sido doloroso para los 'Culés', pero analizando fríamente el tema, podrán respirar aliviados por saber que ya no tendrán que preocuparse de quien más críticas recibía por su comportamiento fuera de las canchas.
El historial de fiestas de Neymar, a las que el diario 'Sport' muchas veces ha llamado "indisciplinas", es bastante amplio. Aunque sin duda el momento más escandaloso de todos se produjo cuando, por dos años consecutivos, acumuló amarillas en La Liga para estar suspendido justo en la fecha que coincidía con el cumpleaños de su hermana.
Como es lógico, los medios catalanes explotaron con la noticia al revelarse las fotografías que dejó la fiesta de Rafaella. La segunda y última a la que acudió se produjo en el momento más delicado en la segunda temporada de Luis Enrique.
El Barcelona no venía mostrando un buen juego, las críticas caían sin piedad, la ventaja sobre Real Madrid en La Liga 2015-16 pendía de un hilo y al poco tiempo el Atlético de Madrid lo iba a eliminar en los cuartos de la Champions. Pese a este complicado panorama, Neymar hacía de las suyas.
Cuando un periodista le preguntó por sus salidas nocturnas, el ahora delantero del PSG mostró su cara más hostil. Se encaró con el reportero antes de exigir que solo se le juzgue por lo que hace en el campo. "¿Me puede mirar [mientras respondo]? Gracias", pidió malhumorado y calificó su pregunta de "mal intencionada".
"No soy un tipo perfecto. Me gusta salir, tengo mis amigos, mi familia, ¿Por qué no puedo salir? Lo voy a hacer si tengo conciencia de lo que tengo que hacer el día siguiente. Es parte de mi vida particular", explicó. "Pero te respondo sin maldad. ¿Si tuvieras 24 años, tuvieras todo lo que gané y todo lo que tengo, serías el mismo? Eso te pregunto", zanjó.
De esta forma, Neymar dejó en claro que, como el fútbol, las fiestas forman parte de su vida y está muy lejos de dejar de divertirse solo porque a algunos no les parezca. Cosas como las de hoy en la Costa Azul en Saint Tropez solo marcan el inicio de su nueva vida extradeportiva en PSG. Afortunadamente, el Neymar que le hacía daño al Barza ya está más en Camp Nou.