El entrenador del Leicester, Brendan Rodgers, reveló este viernes a la BBC que estuvo infectado por el nuevo coronavirus en el inicio del parón del fútbol inglés en marzo y que se sintió como cuando subió el Kilimanjaro hace nueve años.
“Apenas podía andar, me recordó cuando subí el Kilimanjaro”, la montaña de 5.865 metros de altitud en Tanzania, cuya ascensión realizó en una acción caritativa. “Cuando más lo subías, más sufrías para aclimatarte y más difícil era respirar”, describió.
Rodgers tuvo los primeros síntomas del COVID-19 unos días después de que el campeonato inglés se interrumpiera, tras conocerse que el técnico del Arsenal, Mikel Arteta, habia dado positivo por ese nuevo coronavirus.
“La semana siguiente (al parón de la Premier League), comencé a tener mucho dolor. Durante tres semanas no tuve ni olfato ni gusto. No tenía fuerzas y la siguiente semana fue parecido para mi esposa”, añadió Rodgers.
“Nos hicimos el test y en los dos casos el virus fue detectado”, añadió el entrenador del actual tercer clasificado de la liga inglesa.
“Recuerdo que la primera vez que intenté correr (después de la enfermedad) era difícil incluso hacer apenas diez yardas (nueve metros)”, detalló Rodgers, que se encuentra ya recuperado por completo y que superó sin problemas tres test recientemente.
“No tenía hambre y era una sensación rara comer sin ser capaz de reconocer el gusto o de oler qué era”, apuntó.
La Premier League decidió el jueves que su campeonato se reanudará el miércoles 17 de junio, con los partidos Manchester City-Arsenal y Aston Villa-Sheffield United.
El Leicester se encuentra en una posición favorable para acabar en puesto de Champions. Es tercero con cinco puntos de ventaja sobre el Chelsea y con ocho sobre el Manchester United (5º), a nueve jornadas para el final.
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