¡Todo un ejemplo! La vida de Matías Viña, una historia de superación que ilusiona a todo Uruguay

Campeón de la Copa Libertadores 2020 y titular indiscutible en la selección uruguaya, el lateral de 23 años llegó a Italia para consolidar su carrera. Sin embargo, ha tenido que remar a contracorriente para conseguirlo.
Matías Viña es titular indiscutible en la banda izquierda de la selección uruguaya. (Foto: AUF)

La reciente eliminación de la en cuartos de final de la volvió a poner en dudas el proceso del ‘Maestro’ Óscar Washington Tabárez –no pasan de esa instancia desde 2011, año en que salieron campeones–, pues además, en los dos últimos partidos por las habían empatado a cero ante Paraguay y Venezuela. Sin embargo, si la ilusión del pueblo uruguayo en un proceso evidentemente desgastado se mantiene, es gracias a una generación de futbolistas jóvenes que han demostrado que pueden darles muchas alegrías. Entre tantos nombres salidos del prolífico fútbol charrúa, hay uno que recientemente cruzó el charco a Europa para terminar su consolidación: .

Después de haber demostrado en Brasil que está para grandes cosas, Matías Viña fichó por la AS Roma hasta junio de 2026. (Foto: AS Roma)

El lateral izquierdo de 23 años llegó a la AS Roma para esta temporada 2021-22 proveniente del Palmeiras, por una transacción de 13 millones de euros con un vínculo hasta el 30 de junio de 2026. Después de haber desplegado un nivel altísimo en Brasil –la cuna sudamericana de los mejores laterales– saliendo campeón de la Copa Libertadores 2020, ‘Mati’ no dudó en acudir al llamado exclusivo de José Mourinho y se mudó a la capital italiana para demostrar que ya está apto para una de las mejores ligas de Europa. Sin embargo, llegar hasta allá no ha sido fácil. Antes que arribe al Aeropuerto Internacional de Roma con mucha ilusión, en su vida ha pasado por momentos muy difíciles que vale la pena conocer.

Un comienzo con muchas pruebas

Desde muy pequeño, Matías Nicolás Viña Susperreguy (Empalme Olmos, Canelones, Uruguay, 9 de noviembre de 1997) supo que quería vivir jugado al fútbol. Compartiendo las mismas aspiraciones que sus amigos en Empalme Olmos, su pueblo natal a treinta minutos de Montevideo, disfrutó al máximo cada minuto que jugó en el Ferrocarrilero Fútbol Club. Sus condiciones como atacante y carrilero hicieron ruido desde que comenzó a hacer sus primeros goles, llenándole los ojos a Rubén García, un exjugador de Nacional que por entonces tenía la misión de recorrer las provincias de Uruguay para reclutar a jóvenes talentos. Aunque en un primer momento no quiso dejar atrás a su familia –especialmente a su madre y su abuela, sus dos grandes motivadoras–, fue consciente que con 17 años recién cumplidos no podía dejar pasar la oportunidad de cumplir su sueño de llegar a Primera.

Antes de debutar en Primera División con Nacional, Matías Viña tuvo que superar múltiples dificultades que a la larga fortalecieron su personalidad. (Foto: Ovación Uruguay)

Haciendo un recorrido de 37 kilómetros desde Empalme Olmos hasta la capital uruguaya, Matías Viña llegó a Nacional en 2014 con una mochila llena de ilusiones. Era su momento. Lamentablemente ese primer contacto con su etapa formativa tuvo que pausarse debido a una complicada fractura en la clavícula, teniendo que esperar hasta agosto de 2015 para recién unirse a sus compañeros. Nacional se comportó muy bien con él haciéndose cargo de los gastos de su operación y posterior recuperación.

Dicha lesión, en lugar de tumbarlo, moldeó su personalidad hasta convertirlo en un tipo fuerte y persistente en todo aspecto. Sus entrenadores en las inferiores de Nacional siempre destacaron su predisposición para cumplir con las indicaciones, aun sabiendo que tras recuperarse de su fractura partía con desventaja. “Era un ejemplo de constancia. Increíblemente esa lesión le ayudó para crecer físicamente, para fortalecer el tren inferior. Hoy tiene el premio que se merece por su dedicación, por las ganas de superación que siempre demostró tener”, comentó en septiembre de 2019 Carlos Rodao, uno de sus primeros entrenadores, luego de que Viña sumara sus primeros minutos con la selección mayor.

Un 2017 inolvidable

Cuando fue ascendiendo de categoría Matías Viña se dio cuenta que tampoco la tendría fácil. Por aquellos días, ya en 2017, Nacional había puesto todas sus fichas en Mathías Olivera, un lateral de mucha proyección que era su competencia directa y que hoy juega en el Getafe. Eso no lo amilanó y su persistencia hizo que su técnico de turno, el mismo Rodao, tuviera que colocarlo junto a Olivera en el equipo titular. Ambos intercambiaron posiciones dependiendo de la formación, llegando a jugar también como stopper por izquierda en una línea de tres.

Ese 2017 fue quizás uno de los años más importantes de su carrera hasta entonces, pues fue citado por Fabián Coito para disputar el Sudamericano sub-20 de Ecuador. En aquel torneo Uruguay salió campeón juvenil por segunda vez en su historia –la primera había sido en 1981– y Viña fue parte fundamental de aquel título marcando el gol del triunfo ante Brasil (2-1) en la penúltima jornada del hexagonal final. Después de eso llegó el Mundial sub-20 de Corea, otra experiencia que le sirvió para seguir creciendo como jugador. “En 2017 se dieron muchas cosas. Me llamaron de la selección sub-20, salimos campeones del Sudamericano tras 36 años, debuté en Primera y fuimos cuartos en el Mundial sub-20 de Corea”, rememoró en una entrevista para la FIFA en septiembre del año pasado.

Con Matías Viña anotando un gol importante en la penúltima fecha del hexagonal final ante Brasil, Uruguay salió campeón del Sudamericano sub-20 en 2017. (Foto: Conmebol)

Paciencia ante todo

Después del Mundial, sin embargo, no todo pasó como ‘Mati’ esperaba. Ya había debutado en Primera pero no estaba teniendo la continuidad que seguramente hubiera querido. Mientras ‘comía’ banca en Nacional veía como sus compañeros con los que disputó el Mundial sub-20 ya estaban haciéndose un nombre en Europa, tales como Rodrigo Bentancur en la Juventus –disputando incluso cuatro partidos en Rusia 2018– y Federico Valverde en el Real Madrid. Aquella situación lo llenó de dudas respecto a su carrera, hasta que su mamá apareció para darle paz. “La verdad, hasta pensé en largar, pero mi madre que dijo que siguiera peleando por el sueño. Entonces cambié el enfoque, asumí que si no jugaba era por algo y redoblé el esfuerzo pensando en el futuro”, contó.

Matías Viña recibió el 2019 con muchas expectativas y cuando apareció Eduardo Domínguez en el banquillo de Nacional, todo cambió para él. En total sumó 39 partidos ese año e incluso descubrió su faceta goleadora anotando 5 tantos al finalizar la campaña. Sumado a eso, Washington Tábarez lo llamó por primera vez a la selección mayor cumpliendo así uno de sus mayores sueños. “No me la creí hasta que me llamó el delegado de la selección. Uno sueña, pero lo ve un poco lejos jugando en Uruguay. Cuando vi a mis compañeros por primera vez fue una locura: ¡a varios venía viéndolos por tele en los últimos tres Mundiales!”, narró sobre lo que significó ese momento.

De no mediar inconvenientes, Matías Viña será titular en Uruguay el próximo 2 de septiembre cuando enfrenten a la selección peruana por las Eliminatorias Qatar 2022. (Foto: FIFA)

Definitivamente ese 2019 fue un escalón diferente en su carrera, pues además de sumar sus primeros minutos con la selección, fue considerado por el diario El País como el mejor jugador de Uruguay. Palmeiras ya lo tenía ojeado y no escatimó en pagar 4.5 millones de euros por una parte importante de su ficha, reservándose lo restante para Nacional ante una futura venta. A pesar de que la pandemia por el COVIV-19 golpeó fuertemente al fútbol mundial –inclusive llegó a contagiarse–, su crecimiento no se detuvo y terminó siendo determinante para que el equipo de Abel Ferreira levantase la Copa Libertadores.

Mourinho, el siguiente paso

Campeón continental y titular indiscutible por la banda izquierda de Uruguay en el inicio de las Eliminatorias para Qatar 2022, este 2021 le tenía preparado a Matías Viña aún más retos y momentos duros por superar. Uno de ellos pasó hace poco durante la eliminación del conjunto celeste de la Copa América, donde tuvo el infortunio de fallar su penal en la tanda ante Colombia. Una vez más, la solidez de su personalidad no dejó que eso lo tumbe y se limpió las lágrimas para seguir adelante.

Ante la ausencia de Leonardo Spinazzola por lesión, Matías Viña convenció a José Mourinho y se ganó la titularidad desde su llegada. (Foto: AS Roma)

Instalado en Italia, Matías Viña no perdió el tiempo y ya se adueñó del puesto que había quedado vacante tras la lamentable lesión que sufrió Leonardo Spinazzola –el habitual titular– en la Eurocopa 2020. José Mourinho, que durante su carrera como entrenador ha sabido explotar a laterales de la talla de Ashley Cole, Maicon, Javier Zanetti y Marcelo, hoy tiene la posibilidad de contribuir en la consolidación europea de unos de los mejores proyectos sudamericanos en dicha posición. ‘Mati’, por supuesto, no dejará pasar esta oportunidad.

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