Lo que ganó y perdió Perú con la línea de cinco ante Brasil.
Lo que ganó y perdió Perú con la línea de cinco ante Brasil.

La no pudo clasificar a su segunda final consecutiva de luego de caer en semifinales por 1-0 ante Brasil, en el Estadio Nilton Santos de Río de Janeiro. El equipo de Ricardo Gareca perdió por la mínima diferencia con el cuadro anfitrión de la competición en un partido que dejó muchas conclusiones tras los 90 minutos.

Pero, durante el juego, la mayor sorpresa fue el sistema inicial de Perú con tres defensores centrales. El 1-3-4-3 fue la variante táctica de Gareca más comentada en los días previos y que terminó presentando ayer. Sin embargo, el plan de juego se vio superado en el inicio por un Brasil nuevamente imponente con sus figuras. El replanteo por parte del ‘Tigre’ no se hizo esperar y en el segundo tiempo hubo cambios desde la pizarra del director técnico.

Después de casi siete años, la Selección Peruana volvió a alinearse bajo un sistema de tres defensores. La última vez fue en un amistoso frente a Inglaterra, en la gira que realizó el equipo dirigido en ese momento por Pablo Bengoechea. Ricardo Gareca emuló el número de jugadores para su línea defensiva, buscando protegerse mejor de los ataques de Brasil que ya había sufrido en el debut. Gallese; Santamaría, Ramos, Callens; Corzo, Tapia, Yotún, Trauco; Peña, Lapadula y Cueva conformaron la alineación.

Perú puso tres centrales ante Brasil.
Perú puso tres centrales ante Brasil.

¿Y qué buscaba Gareca con este cambio radical del sistema inicial? La máxima protección posible, pues, según Pep Guardiola, el 1-5-4-1 es una de las estructuras defensivas derivadas del 1-3-4-3 más difíciles de penetrar y la que menos espacios otorga, si es coordinada. Aspecto en el que falló la Selección Peruana en Río de Janeiro, sobre todo en su línea defensiva. La línea de cinco jugadores permite defender la amplitud y al mismo tiempo, si la línea de volantes mantiene su distancia, limita la profundidad del rival evitando que encuentre espacios libres y obligándolo a tener una larga posesión poco productiva si no encuentra soluciones al bloque.

Anderson Santamaría, Christian Ramos y Alexander Callens no lograron encontrar la armonía necesaria para frenar el juego posicional de Brasil. Al frente de los tres centrales, Tité colocó a Neymar y Lucas Paquetá moviéndose constantemente para sacarlos de su posición y abrir los espacios para profundizar con los desmarques de uno de los dos y de Richarlison.

Complementario y no menos importante, es el tiempo de trabajo que tuvo el equipo para ensayar con este sistema. Ricardo Gareca confesó que fue muy poco y que era una idea planeada para ejecutar antes de la Copa América, pero no se aplicó hasta ayer. Para el segundo tiempo, el plan de juego cambió radicalmente con el objetivo de reencontrar al equipo con su mejor disposición y a los jugadores en sus posiciones ideales.

Perú completó la línea de cinco en bloque bajo.
Perú completó la línea de cinco en bloque bajo.

La mejora de Perú en el segundo tiempo tuvo repercusión y cuestionó la decisión de Ricardo Gareca de protegerse más de lo esperado. Pero es comprensible porque el rival es uno de los equipos más sólidos con la pelota y en la recuperación de esta, además de los resultados anteriores negativos. El complemento comenzó con la Selección parada bajo el 1-4-3-3 claro, pero que se diluyó con el tiempo y terminó transformándose en el 1-4-2-3-1 conocido. Raziel García, a la postre una de las figuras del equipo, y Marcos López

ingresaron en lugar de Christian Ramos y Miguel Trauco. De esta manera, se reparó la línea de cuatro defensores con López ocupando directamente el lugar de Trauco. Mientras, García se ubicó como volante exterior izquierdo y Cueva pasó a jugar por detrás de Lapadula. El impacto del jugador de Cienciano fue notable, pues comenzó a asociarse con Cueva y Yotún, como el socio de esa relación que necesitaba por la baja de André Carrillo. Además, los laterales tomaron altura: Corzo y López llegaban a zona de finalización para ser opciones de pase y ofrecer amplitud a los ataques peruanos.

En el complemento, Perú vuelve a línea de 4.
En el complemento, Perú vuelve a línea de 4.

Pero sin dudas, Yoshimar Yotún fue el más beneficiado: su influencia en el juego de Perú revivió y volvió a ser el protagonista que viene dando que hablar en la Copa América por su precisión para jugar en corto y en largo, respaldado por Renato Tapia a su espalda. Si ‘Yoshi’ recibía con el arco de frente, ya tenía medidas a las opciones de pase posibles y las zonas libres para jugar. 89% de precisión en los pases, 4 de 7 balones largos completados y dos pases claves demostraron que el zurdo del Cruz Azul mejoró su juego y el del equipo al mismo tiempo.

Las opciones de pase mejoraron en el segundo tiempo.
Las opciones de pase mejoraron en el segundo tiempo.

La diferencia entre el primer tiempo y el segundo fue muy grande. Cuando Brasil dejó siete remates directos al arco en los primeros 45 minutos, tras el entretiempo solo realizó uno. Igualmente, Perú se estableció en campo brasileño y mejoró su trabajo de recuperación del balón porque regresó a ser un equipo más compacto para atacar y defender.

Los de Tité no tuvieron los espacios para jugar que recibieron en un comienzo y tuvieron más dificultades para progresar y robar la pelota con su intenso trabajo en transición defensiva. El mérito de la mejora fue de Gareca y su decisión de retornar al plan de juego habitual con sus dirigidos fue la lección del día. El siguiente reto para evaluar las conclusiones será el encuentro por el tercer lugar.

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