El título nacional es el objetivo principal de Alianza Lima. Los íntimos tienen en mente llevarse el Torneo Clausura y coronarse a fin de año como el campeón peruano, como dijo hace algunos días Roberto Mosquera, el entrenador blanquiazul. El objetivo no es imposible; sin embargo, el equipo tiene que corregir algunos aspectos de su juego si quiere celebrar una nueva corona. ¿Cuáles son? A continuación, los analizamos.
Roberto Mosquera dice que arma los equipos de acuerdo a sus rivales. Los estudia y, a partir de allí, se hace una idea de cómo afrontar el partido. No obstante, en un plantel nuevo, ¿será del todo beneficioso? Para muchos, el técnico de Alianza Lima debería mantener el 4-2-3-1 y darle continuidad a una idea. Mientras haya más cambios, el rol de cada futbolista cambia y, por ende, termina por confundirlos. Son profesionales, pero no máquinas.
Alianza Lima tiene que buscar que la mayoría de sus jugadores llegue al despliegue físico que tienen jugadores como Neka Vílchez, Francisco Duclós, Eduardo Uribe y Lionard Pajoy, quienes son los que más corren, según los datos íntimos. No pretendemos que se entienda que estamos sugiriendo que sustituyan correr por jugar. Imposible. No obstante, el equipo necesita un alto grado de compromiso por el esfuerzo para marcar una diferencia con el resto y atar a ciertos encuentros la idea de que para ganar, hay que correr más que el otro.
Johnnier Montaño ya no está lesionado y se espera que llegue a la plenitud de su juego para el Torneo Clausura. Si hay alguien que le puede cambiar la cara al equipo, ese es el colombiano. Él es el único que cuenta con algo que Roberto Mosquera valora en sus jugadores: el factor sorpresa. Y aunque al 'Potón' no le ha ido bien desde que volvió a Matute (solo jugó 360' en el Apertura debido a un problema en su rodilla derecha), cuando lo hizo marcó la diferencia.
Alianza Lima terminó el Torneo Apertura en el tercer lugar. En 15 partidos jugados, los íntimos anotaron 24 goles y recibieron 18. La lectura es que el equipo tiene que mejorar en efectividad y sobre todo en solidez defensiva, sobre todo si quiere ser protagonista y cumplir con las metas de fin de año. Uno de los problemas que detectamos es que el equipo se hace largo, otorgando un espacio en la zona entre los centrales y la primera línea de volantes. Otro aspecto a corregir es la trepada de ambos laterales: frente a la 'U', el equipo sufrió el contragolpe por estos dos últimos aspectos. Si no lo mejora, concederá más ocasiones. Y a más ocasiones, más posibilidades tendrán los rivales de anotar.
Uno de los factores más influyentes en Mosquera, que no le han permitido desarrollar su trabajo con total tranquilidad, es el comportamiento de los hinchas. Es conocido que existe un sector de la barra que no lo quiere y eso le ha imposibilitado trabajar de forma concreta. Una cosa es sentarte a armar tu equipo, tus entrenamientos, sin problemas, y otra lidiar con gente inescrupulosa que exigen el título a cualquier costo. Y así, es difícil. La administración debe corregir este aspecto cuanto antes. Ya es hora que dé la cara y no se esconda.
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