El sistema del campeonato es confuso. Por ejemplo, el mejor del acumulado puede ser campeón, aunque no haya ganado ninguno de los torneos del año. Asimismo, un equipo comprometido con la baja podía, a su vez, luchar por un torneo internacional e, incluso, por el título del Torneo Clausura.
Pero pese a lo enredado del sistema, podemos decir que los ‘premiados’, finalmente, fueron los equipos que lo merecían. Sporting Cristal, qué duda cabe, fue el equipo más arrollador del año, a pesar de algunos altibajos.
Melgar, el campeón del Torneo Clausura, fue sólido durante todo el torneo. Y Alianza Lima, a su estilo, logró una regularidad que le permitió ganarse su lugar en las semifinales.
Es entendible que muchos hinchas celestes encuentren injusto que, pese a sus imponentes números, no sean campeones directamente. Pero así estaban establecidas las reglas desde el principio y en Sporting Cristal lo sabían.
Y bajo esas reglas, los tres que siguen en carrera por el título tienen bien ganado su lugar.
Escribe: Eduardo Sotelo
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