Tras el amargo empate ante Alianza Atlético, Roberto Mosquera habría sido separado de Alianza Lima por una serie de malos resultados. El técnico nacional llegó con gran cartel a La Victoria, pero cometió una serie de errores durante su campaña que no le permitieron cumplir con las expectativas que le exigía su equipo y la hinchada.
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A continuación algunos de esos errores que Mosquera no pudo remediar durante sus 9 mesen en Alianza Lima:
1- No encontró un once base
Estamos setiembre, ya casi octubre, y todavía es complicado nombrar de memoria al equipo titular de Alianza. Mosquera armó su equipo desde diciembre del 2015, pero nunca pudo encontrar a su once base.
Hay que decirlo: ni Mosquera ni nadie pensó que Johnnier Montaño, Eduardo Uribe y Óscar Vílchez tendrían tantos problemas de lesiones en la temporada. No obstante, ni en el inicio, cuando todos estuvieron, Alianza Lima pudo mantener a un mismo equipo por un tiempo medianamente prolongado.
2- Aceptó que su equipo no se refuerce
En el punto 1 hablamos de lesiones y hasta le dimos algo de crédito a la suerte. Pese a ello, siendo consciente de todo esto, Mosquera aceptó que no se contrate a ningún jugador más para las Liguillas y eso pudo ser su segundo gran error.
Un equipo que quiere ser campeón necesita que se le nutra con todas las armas que sean posibles y por lo que se vio hasta agosto, cuando se reabrió el libro de pases, a Alianza Lima le hubiera caído de maravilla unas cuantas manos más en el plantel.
3- No encontró coherencia entre lo que declaraba y lo que mostraba en el campo de juego
Mosquera subestimó el análisis futbolístico de los hinchas con sus declaraciones. A excepción del duelo ante San Martín, en donde sí admitió que fueron superados, el DT excusaba las amargas presentaciones de su equipo con el término 'proceso' y decía que buscaba jugar bajo la identidad histórica del club, cuando el hincha no veía ni tres pases seguidos en la cancha. A veces, incluso, más de uno no notaba diferencias con el equipo de Sanguinetti, al ver llover tantos centros intrascendentes que ya ni siquiera tenían a un Mauro Guevgeozián a la expectativa de conectar alguno.
4- No se hizo fuerte como local y no pudo en casi todos los partidos claves
Si no puedes ofrecer un buen juego al menos ganar los partidos importantes (clásicos) puede hacer que el hincha te otorgue un poco más de paciencia. Pero ni eso. El mejor recuerdo de Mosquera en una fiesta del fútbol fue un 2-0 ante Cristal en el Gallardo, después siempre se fue con una derrota o un resultado que no convenía para nada. Además, como local solo pudo ganar 8 de 18 partidos en la temporada y eso en un equipo que aspira al título es algo que no puede suceder.
5- Se mal acostumbró al sistema del campeonato y confundió el objetivo: primero quiso ser protagonista y después al menos llegar cuarto
Este puede que sea un 'error' debatible porque como un hincha poco exigente podría decir "en este torneo da lo mismo ser primero o ser cuarto". No obstante, ese hincha no estaría pensando en lo que es Alianza Lima y en la reputación como equipo grande que hay que defender partido tras partido.
Mosquera comenzó siendo consciente de eso, pero poco a poco, tras los malos resultados, fue bajando sus expectativa en cuanto a su objetivo. Clro, el campeonato se lo permitía, pero decir que están cerca del cuarto lugar, no es algo que agrade a muchos en la tribuna.
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