En el Callao han decidido rejuvenecerse. Los ‘chibolos’ ahora son la columna vertebral del puerto y el Sport Boys sueña con hacerla linda esta temporada de la mano del ‘Chasqui’ Álvarez. Para potenciar a sus futuros ‘cracks’, la directiva rosada ha pensado en todo, hasta en armar una pensión, donde alberga a los jóvenes que llegan de provincia o viven en lugares vulnerables de la capital.
A dos cuadras de la municipalidad de La Perla, futbolistas de la reserva, divisiones menores y hasta del primer equipo de Sport Boys comparten cuarto, horas de jugar al PlayStation y desayuno, almuerzo y comida. Sus tiempos libres también los matan jugando a la ‘cajita’ con la pelota de vóley que tienen guardada.
Franklin Panduro y Josuee Herrera son los dos que pertenecerán a la plantilla que debutará ante Alianza Lima el próximo viernes. El primero, delantero, llegó de la selva y ya es un ‘chalaco’ más; mientras que el segundo, extremo, es de Ica y espera ser el ejemplo para todos los chicos que sueñan con llegar a la profesional.
“Queremos dar un buen ejemplo”, nos dijo Josuee cuando visitamos la Casa Lizárraga, nombre del albergue mencionado. El nombre, como nos dijo Gianfranco Espinoza, encargado de la parte social del club, es en honor a Gualberto Lizárraga, huancaíno que fundo el club y que fue el primer presidente de la institución.
Para ser un ídolo de los más jóvenes tienes que hacer las cosas bien y, a pesar de que los rosados no cuentan con grandes figuras para el inicio del torneo, sus futbolistas están recontra motivados. “El fútbol se juega con hombres, no con nombres. Somos 34 jugadores que daremos todo por esta camiseta que tanto queremos. Desde el principio confiaron en los jóvenes y vamos a retribuir eso con triunfo”, agregó Herrera.
La casa se sostiene mediante el aporte de los hinchas rosados, quienes tienen la potestad de donar todo lo que crean conveniente, pero es la señora Felícita la que, con su sazón, le da de comer a todos los convivientes. En su olla prepara de todo, pero eso sí, los chicos tienen que ayudar limpiando sus platos tras acabar de comer y sus cuartos cuando se levantan para cumplir con las reglas establecidas.
Además, en caso que alguno salga al cine, tiene una hora determinada para regresar. De no cumplir, las cámaras del establecimiento lo delatarán, por lo que no hay excusa que valga y en la responsabilidad de cada uno de ellos está su deseo de triunfar en el equipo de sus amores.
El Boys quiere cambiar la filosofía no solo de un club de fútbol, sino de la ciudad que representa y empezar con acciones como estas los pinta de cuerpo entero. A una semana del inicio del campeonato, el camino está señalado y solo será cuestión de dar los siguientes pasos para cumplir con los objetivos.