“Queremos ser vistas”, fue el nombre de la campaña que llevaron a cabo las jugadoras de los trece equipos que disputaron la Copa de Fútbol Femenino 2019, para que la Federación Peruana de Fútbol (FPF) autorice el ingreso de público a los partidos. Pocos creyeron que se lograría un impacto real, hasta que los futbolistas de la Liga 1 masculina se sumaron a esta iniciativa, logrando así que la final única de aquella temporada se dispute de manera histórica con público asistente en las tribunas. Para la temporada 2022, además de ser un torneo televisado (aunque de manera parcial) y de contar ya con un grupo reducido de jugadoras con contrato profesional (un hito), se llegó a registrar más de 30 mil espectadores en Matute en el duelo de vuelta de la final disputada en Matute, donde Alianza Lima se coronaría como bicampeón.
Cada uno de estos eventos han marcado hitos en la historia del fútbol femenino en el Perú. Pero aunque a primera vista la conclusión puede ser que existe un desarrollo masivo y progresivo del rubro, existen también situaciones que ponen evidencia las falencias y las urgencias a tomar en cuenta para que estos hitos se traduzcan en un real crecimiento de la Liga Femenina y por ende, se vea reflejado en la selección peruana.
Para este año, además del incremento de equipos (de 13 a 14, incluyendo tres ascensos) y de tener más futbolistas con contratos profesionales, también se consiguió que el torneo se desarrolle de manera descentralizada en seis ciudades del país (Lima, Trujillo, Cajamarca, Iquitos, Arequipa y Ayacucho). Eso sí, la programación de los partidos sigue siendo un problema para las futbolistas. “La liga no empezó como nosotras esperábamos, con mejores horarios. Hay chicas que trabajan, estudian y eso les complica mucho, porque no pueden dedicarse enteramente al fútbol”, indicó Xioczana Canales, jugadora de Universitario de Deportes y del Team Sol para Depor.
Pese a sus defectos, los pasos dados en el fútbol femenino peruano han significado un gran avance respecto a años anteriores, donde los equipos se desempeñaban en una liga amateur, denominada Copa Perú Femenina, la misma que se sigue jugando, aunque ahora es considerada (desde el 2021) como la Segunda División. Un salto enorme, pero que no se ha visto reflejado en el desempeño de la Selección Peruana, especialmente, en la participación que tuvieron en la última edición de la Copa América Femenina, desarrollada en Colombia el 2022. ¿Qué sucede? ¿Se trata de las jugadoras, su biotipo, su desempeño colectivo? ¿O más bien la ausencia de un proyecto que no se ha replicado en la delegación nacional? La llegada de Emily Lima ha despertado la ilusión, no solo de las jugadoras nacionales, también de todos los interesados en el crecimiento del fútbol femenino. Sin embargo, ¿será ella la solución?
Una Copa América para el olvido
El 21 de julio del 2022, las jugadoras de la selección nacional se despidieron de Cali y del sueño de la Copa América con un sabor amargo en la garganta. Habían hecho el mejor partido del certamen, con al menos tres oportunidades de gol contra Brasil y actuaciones destacadas, como la de Ariana Muñoz, volante de 23 años que milita para el equipo de la Universidad del Norte de Florida y que fue convocada por primera vez para dicho torneo. No obstante, los seis tantos en contra de la ‘Canarinha’, sumados a los otros once que recibieron a lo largo de la fase de grupos, decretaron la salida del combinado nacional, sin siquiera tener un tanto a su favor en todo el campeonato. ¿Fue responsabilidad de las jugadoras o del esquema de juego?
Para hablar de este torneo, es preciso entrar en contexto. Tras la salida de Doriva Bueno a finales del 2021, la FPF designó de manera interina a Conrad Flores, técnico nacional con experiencia en menores de varones, mas no en femenino. Alison Flores, futbolista blanquiazul, sostuvo para Depor que, con el certamen continental a cuestas “se debía crear una idea de juego en poquísimas semanas, para buscar competir internacionalmente. Es verdad, había mayor predisposición de las chicas, mayor colaboración de los clubes, pese a estar en plena competencia, pero éramos conscientes que ese corto tiempo no iba a ser suficiente”. La defensa íntima estuvo en el proceso previo e incluso disputó los amistosos que se tuvo en Ecuador, aunque no viajó debido a una lesión.
Los resultados confirmaron el temor narrado por Alison: 4-0 con Argentina, 2-0 ante Venezuela y 6-0 frente a Uruguay (además de lo obtenido contra Brasil). ¿Qué pasó para que las chicas no descuenten en al menos un partido del certamen? Si regresamos la mirada al panorama local, lo que se dio en aquel torneo no reflejó en nada lo visto en la Liga Femenina de aquel año, donde se tuvo un total de 406 tantos en 120 partidos, con un promedio de gol de 3.4 por duelo. Entonces, ¿fue la edad de las convocadas? Para dicha competición se convocó a 23 jugadoras, siendo la más experimentada Fabiola Herrera (Universitario) con 35 años y la más novata Claudia Domínguez (CFF Olympia, Segunda División de España) con 19 años, con un promedio de edad de 25.74; es decir, 3.42 años menos que el de la selección peruana masculina. ¿Qué otra razón puede haber?
JUGADORA | EDAD | PUESTO | PJ | MIN |
---|---|---|---|---|
Maryory Sánchez | 26 | Arquera | 4 | 360 |
Braelynn Llamoca | 21 | Defensa | 4 | 360 |
Scarleth Flores | 26 | Volante | 4 | 360 |
Gretta Martínez | 26 | Delantera | 4 | 360 |
Claudia Canigna | 25 | Delantera | 3 | 299 |
Ariana Muñoz | 23 | Volante | 4 | 292 |
Sandra Arévalo | 25 | Volante | 4 | 281 |
Grace Caningna | 22 | Defensa | 3 | 264 |
Pierina Nuñez | 23 | Delantera | 2 | 218 |
Xioczana Canales | 24 | Delantera | 4 | 217 |
Alexandra Kimball | 27 | Delantera | 2 | 196 |
Liliana Neyra Venegas | 29 | Delantera | 3 | 182 |
Fabiola Herrera | 35 | Defensa | 2 | 163 |
Sandy Dorador | 34 | Delantera | 3 | 113 |
Emily Flores | 32 | Volante | 3 | 86 |
Yoselin Miranda | 28 | Defensa | 2 | 80 |
Stephannie Vásquez | 28 | Defensa | 2 | 61 |
Cindy Novoa | 27 | Volante | 2 | 50 |
Claudia Domínguez | 19 | Volante | 2 | 15 |
Teresa Wowk | 21 | Volante | 1 | 3 |
Silvana Alfaro | 21 | Arquera | 0 | 0 |
Mia Shalit | 20 | Arquera | 0 | 0 |
Steffani Otiniano | 30 | Delantera | 0 | 0 |
*Cabe señalar que de dicha convocatoria, 11 jugadoras provenían del extranjero y 12 del torneo peruano.
Una Liga competitiva, pero organizada
Pese al desarrollo visto en la Liga Femenina, para la nueva entrenadora de la Selección Peruana, Emily Lima, no se puede pedir resultados positivos en tan corto tiempo. “Se trata de tiempo y calma que todos debemos de tener, no hay milagros. Se habla de la liga brasileña femenina, que va 10 años, pero ¿desde cuándo está despuntando la selección? Desde hace poco, tres años como mucho, y se puede apreciar otras cosas, como contar con hinchas en los estadios, las chicas ya pueden cobrar de la mejor forma, la selección ha evolucionado muchísimo, pero es reciente. En la liga de Perú, hablamos de poco más de dos años, así que falta tiempo, tenemos que tener paciencia. Eso sí, una mejor liga se reflejará en la selección”, indicó la DT para una entrevista con Depor.
Entonces, ¿qué debe pasar? Todo parte de un proyecto, el cual debe ser respaldado por los clubes, agentes importantes que -según indicó Lima- son los que hacen un torneo competitivo. Sin embargo, grande es la sorpresa cuando enfrentas a equipos en condiciones desiguales. De los 14 equipos que tiene la Liga Femenina 2023, cuatro son exclusivamente de fútbol femenino y se sustentan con sus propios medios (FC Killas, Sport Victoria de Iquitos, Defensores del Ilucán y Atlético Trujillo), mientras que los otros diez se amparan en el prestigio ya ganado por el club en la Primera División de varones, aunque no necesariamente de los ingresos que estos perciben.
“Hemos estado en conversaciones con más futbolistas para apoyar a algunas jugadoras de ciertos clubes con quienes se está cometiendo ciertos abusos, como no pagarles o no darles una cancha para entrenar. Hay clubes que están en la liga masculina, pero que a su delegación femenina no le dan el lugar que corresponde. Hay equipos netamente femeninos que se mantienen con sus actividades y a los que se les debe apoyar el doble, porque se sustentan por sus propios medios”, sostuvo Alison. Si bien la CONMEBOL dictaminó la obligatoriedad para que los clubes que participen en sus torneos tengan un equipo femenino, no se estableció reglas o parámetros que permitan el correcto desarrollo de estos planteles, por lo que -al menos en Perú- solo se tienen “por cumplir”.
Un objetivo, varios involucrados
Esto nos trae de vuelta a la necesidad de un plan estructural y a largo plazo, el mismo que la nueva DT de la ‘bicolor’ dijo que tendrá como objetivo principal “el desarrollo del fútbol femenino”. Para ello, se requiere de un proyecto serio que tenga como uno de sus pilares la profesionalización de la Liga Femenina. “Nuestro fútbol es amateur y el camino para crecer en el fútbol femenino es la profesionalización y para ello se pueden ver muchos ejemplos, como lo que hizo Brasil o Chile en su momento. No se trata de copiar, pero sí adaptar lo que funcionó en otros países y trasladarlo a nuestra realidad. Luego de ello, de la mano de Emily Lima, ir viendo, por ejemplo, el trabajo con menores, que es fundamental”, dijo a Depor Talía Azcárate, periodista deportiva en DirecTV y Latina, así como embajadora de Betsson.
Pero este paso a la profesionalización de los clubes femeninos, también implicará que las instituciones ordenen sus procesos y se encaminen hacia ese horizonte. Alianza Lima, Universitario de Deportes y Sporting Cristal son algunos de los que han dotado de las herramientas necesarias a sus jugadoras para que sigan desarrollándose en este deporte, aunque en provincia esto aún es incipiente. Solo Melgar es de los pocos que se ha tomado en serio la gestión del fútbol femenino, según comentó a este medio el técnico de las ‘Leonas’ rojinegras, Javier Uturunco: “El proyecto con las jugadoras es a largo plazo, no solo para esta temporada. Se viene trabajando con las divisiones menores, para que compitan en los próximos torneos en Sub-15, Sub-17. Tenemos a la profesora Lucy Rodríguez a cargo de la Unidad Técnica de fútbol femenino y lo que se busca es ir año tras año afianzándonos, desde la etapa formativa hasta la etapa competitiva, promoviendo el fútbol femenino”.
Con lo anterior expuesto, ¿qué sigue? Para Adriana Lúcar, goleadora y bicampeona con el club blanquiazul, la respuesta la tiene la Federación: “La FPF debe plantearse realmente qué quieren lograr con el fútbol femenino. ¿Quieren que crezca o no? Porque lo que nos transmiten a nosotras, como futbolistas, es que no les importamos. Han tenido tanto tiempo para organizar bien un campeonato y no lo hicieron. Programar tres partidos en siete días, viajando de un lugar a otro, llegando a hoteles que dejan mucho qué desear. ¿De qué estamos hablando? ¿Mi club tiene que ponerse las pilas o la Federación? Es cierto, se trajo un comando técnico de Brasil para la selección, pero ahora qué más harán para mejorar el fútbol femenino. ¿Tienen la intención de hacer algo más? Esa es la pregunta”.
¿Es rentable el fútbol femenino?
Aunque el panorama parece desalentador, hay más puntos a favor de lo que parece. Cada día el fútbol femenino va ganando más espacio a nivel mundial, muestra de ello es la gran expectativa que se tiene por la Copa Mundial Femenina de Australia y Nueva Zelanda, que se disputará a mediados de este año. Para esta edición, se espera batir todos los récords impuestos en Francia 2019, donde se logró tener a más de 57 mil personas para la final de Estados Unidos vs. Francia y donde también se tuvo la marca más alta de goles anotados por una sola selección (la estadounidense) con 26 tantos durante ese certamen. Números que generan una duda aún vigente en el Perú, si es rentable o no el fútbol femenino.
Para Lima la respuesta es sencilla: “es restable, pero hace falta gente con ganas y pasión de invertir y apostar”. Incluso, citó el ejemplo de Corinthians, club al que enfrentó en su etapa de jugadora, cuando este estuvo en su punto más incipiente; sin embargo, ahora es de los equipos femeninos que “pone 40 mil personas dentro de su estadio”. Para Azcárate, se trata del manejo de las instituciones para hacer del fútbol femenino viable. “Va de la mano con la gestión y que la gente entienda que el futbol femenino representa a su club de la misma forma que el masculino. Para eso, debe haber estrategias cruzadas, de modo que el equipo masculino apoye al femenino y le dé la visibilidad que necesita. [...] A veces se necesita tener una hoja de ruta y luego seguir el camino correcto”, enfatizó.
Eso sí, la apuesta no debe ser a ciegas. La buena noticia es que se tiene el talento para dar ese salto. Para el estratega del ‘Dominó' femenino “hay madera”, no solo en su equipo, también a nivel nacional, lo que permite que más clubes puedan planificar un trabajo a largo plazo con sus jugadoras. En ese sentido, reconoció que desde el cuadro arequipeño “queremos demostrar lo que es capaz el fútbol femenino y que pueda ser más visible, para sumar a nivel de espectadores”. Hoy, las marcas también se han sumado a esta apuesta, tales como Bimbo, con el campeonato exclusivo para niñas menores de 12 años, así como Cementos Sol y su Team Sol, iniciativa que tiene como objetivo fomentar y potenciar acciones en pro del fortalecimiento de este deporte. Con todo ello, solo resta esperar para ver los frutos de estos esfuerzos, aunque, sin un proyecto serio, será difícil revertir la imagen que hoy tiene nuestra selección femenina.
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