En la cancha, Carlos Cáceda tenía el balón mientras que toda la banca de la Selección Peruana alzaba las manos pidiendo que acabe el partido. El portero 'reventó' el balón y con ello llegó el pitazo final. Se le ganó a Ecuador y la emoción desbordó los límites al punto de llegar a las lágrimas.
Tras ese pitazo final tan esperado, todo se descontrólo. En el banco, todos echaron a correr hacia el campo para felicitar a quienes se fajaron por el Perú mientras Ricardo Gareca, puño arriba saludando a la hinchada bicolor en Quito y tras abrazar a Nolberto Solano, se dirigió raudo hacia el vestuario. El triunfo y los festejos era de y para los jugadores.
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En la cancha, Carlos Cáceda y Aldo Corzo lloraban de rodillas mientras que los suplentes empezaban con los abrazos. Él más emotivo, quizá, fue el de Jefferson Farfán con Christian Cueva y Paolo Guerrero. Los tres, en el piso, festejaban el triunfazo que los pone a tiro del Mundial. Otros, como Yotun, fueron a saludar a los árbitros antes de echarse a festejar.
Los hinchas ecuatorianos abandonaban el campo mientras que Paolo Guerrero, cual capitán, se iba a felicitar a cada uno de sus compañeros. Entre ellos a Aldo Corzo quien empapado en lágrimas no dejaba de agradecer la engrega de sus compañeros. Pero hubo un momento que llamó mucho la atención: Penny y Carvallo abrazando fuertemente a Carlos Cáceda y Luis Advícunla con Aldo Corzo. Ahí se demuestra que la lucha por el puesto es leal y que el objetivo es grupal.
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Así festejó Perú al finalizar el partido ante Ecuador. Un triunfazo que hizo delirar a los 30 millones de peruanos que anhelan ver a la bicolor en un Mundial otra vez. El sueño aún es posible.