Horacio ZimmermannEditor Web
La decisión del entrenador en la conformación del equipo siempre encierra una idea, independientemente del resultado. Puede salir bien o mal, pero siempre existe una razón. Sin embargo, y aunque nunca vinculo determinada elección en el once titular como un capricho técnico, escarbo argumentos para entender por qué Pizarro será titular contra Uruguay y no logro encontrar ninguno que me convenza. Nadie discute el potencial, la carrera profesional y muchos menos el momento goleador de Claudio, pero en mi opinión no debe jugar junto a Guerrero. Primero porque a los 37 años dejó de ser el segundo delantero que fue durante toda su carrera para pasar a ser un futbolista fijo en el último rectángulo. Ojo, Claudio nunca fue nueve. Siempre tuvo un delantero por delante: Makaay, Elber, Almeyda, Drogba, etc. Y segundo porque su movimiento en el campo suele ser el mismo: siempre viene a la pelota y nunca alcanza a girar. El Claudio de hoy no alterna sus retrocesos con desplazamientos profundos; por lo tanto, resulta una marca fácil para los defensores rivales. En ese sentido, jugar al lado de Paolo supone la ausencia de desmarques combinados, algo que sí sucede cuando el nueve (sea Pizarro o Guerrero) juega junto a un compañero hábil. El ingreso de Ruidíaz ante Venezuela ratifica esto último: otros desplazamientos, más espacio para Paolo.
¿Por qué Gareca coloca a Pizarro como titular? Uno porque entiende que esta clase de partidos deben jugarlos los futbolistas con jerarquía. Es decir, Gareca ha caído en el mismo dilema que sacó canas verdes a los anteriores entrenadores de Perú en los últimos años: decidir entre funcionamiento o jerarquía. La otra razón para colocarlo como titular tiene que ver con la pelota parada. Gareca entiende que en esta función específica, Pizarro aporta en defensa como en ataque.
El arco no supone dudas. Gallese fue figura contra Venezuela. Los principales cambios son en la defensa: Advíncula, Ramos, Rodríguez y Céspedes. Una línea inédita en la era Gareca. Dos de estas modificaciones son obligadas por las ausencias de Zambrano (suspendido) y Vargas (lesionado). La pregunta es por qué Ramos y Rodríguez. La combinación de la zaga tiene una lectura: uno es rápido (Ramos), el otro posicional (Rodríguez). Y existe un agregado: ambos resuelven bien el juego aéreo, un arma que a través de los años se volvió letal en Uruguay. La principal duda que genera la zaga central es la resolución de las jugadas en las que terminen mano a mano con Suárez o Cavani. Uruguay, frente a Brasil, marcó dos goles tras jugadas hilvanadas, una característica que explota a raíz de la vuelta del goleador del Barcelona.
El mediocampo. Gareca colocará a Ascues en la primera línea de volantes por primera vez. En alguna oportunidad surgió la misma idea, aunque no tuvo consenso en el cuerpo técnico. La ausencia obligada de Ballón por suspensión y el problema físico de Lobatón (contractura en la pantorrilla) convenció al entrenador que no había otra opción que adelantar al jugador de Wolfsburgo. La dupla será Ascues-Tapia, la cual vinculo más a la elaboración que a la destrucción. Ambos son jugadores que atacan mejor de lo que defienden. Son mejores con balón que sin balón, sin despreciar el trabajo defensivo que realizan (y que tanto les costó en el partido contra la 'Vinotinto'). En ese sentido, y aunque suene arriesgado, la idea de Gareca podría ser quitarle la mayor parte del tiempo el balón a Uruguay desde la posesión: más la tengo, menos me atacas.
Finalmente, y la principal novedad a mi gusto, es la inclusión de Andy Polo en el equipo titular. Desde hace unos meses el cuerpo técnico de la selección estaba impresionado en cómo corre el delantero de Universitario. La idea de Gareca es aprovechar la velocidad de Polo para ejecutar contragolpes por su lado cuando Uruguay desatienda (si es que lo hace) obligaciones defensivas producto de su ataque. Andy es un futbolista que con espacios es capaz de desarmar una defensa entera. No es, sin embargo, el futbolista que resuelve un partido por iniciativa propia. En la vereda de enfrente está Cueva, un fijo desde que el argentino es el entrenador. Por él debería pasar el fútbol de Perú. Impreciso pero valiente contra Venezuela, Christian es clave en el manejo de la pelota y en el último pase.
El once de Perú: Gallese; Advíncula, Ramos, Rodríguez, Céspedes; Tapia, Ascues, Polo, Cueva; Pizarro y Guerrero.
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— Diario Depor (@deporpe) March 29, 2016