Cuando peloteaba desde los seis años en el Puente de los Suspiros, en Barranco, el muchachito de cabello ondeado, piernas arqueadas y de ascendencia irlandesa apodado ‘Cabezón’, Ramón Mifflin Paéz, soñaba con ser futbolista, pero nunca se imaginó que terminaría jugando una Copa del Mundo y siendo compañero de monstruos del fútbol como Pelé, Franz Beckenbauer, Johan Cruff, Rivelinho, entre otros.
Desde Punta Hermoza, en su casa de playa, el exjugador campeón cuatro veces en Sporting Cristal (1968, 1970, 1972 y 1979), recibió a Los Titulares de Puchungo a través de Depor para repasar a través de una entretenido y amena charla con Alfonso Yáñez su destacada hoja de vida en el fútbol, anécdotas con ‘O Rei’ en Santos de Brasil y New York Cosmos de Estados Unidos.
Además, sus inicios en el fútbol junto a su ‘compadre’ de toda la vida Roberto Chale, su etapa en el ‘equipo de todos’, el mundo de México 70, su amistad con Diego Armando Maradona, y los personajes del rock británico que conoció gracias a su buena relación con Edson Arantes do Nascimiento como Mick Jagger, Rod Stewart, Elton John.
¿Qué recuerdos de su infancia en Barranco y en Magdalena?
Los mejores. Jugué en el Club Tenis de Barranco, en el San Antonio Carmelitas, pero después mi familia se mudó a una casa más grande en Magdalena. Lo primero que hice fue buscar una cancha para jugar, y encontré una en el Oratorio de Magdalena.
En el Oratorio conoció a su ‘compadre’ Roberto Chale...
Sí, a los siete años. En la canchita de tierra del Oratorio de Magdalena. También estaban Bailetti, el ‘Piqui’ García, Palacios, éramos varios, quienes después debutamos en Centro Iqueño (1963), al año siguiente lo hizo Chale. Tengo los mejores recuerdos de Barranco y Magdalena.
¿Cómo era la amistad con Chale?
De barrio. Lo iba a ver jugar, teníamos bastante afecto. Ahora se está jugando un partido aparte por temas de salud, ojalá lo apoyen. La Torre (‘Chito’) se fue en silencio, sin gente, lo olvidaron. Cristal fue ingrato con él. En Alianza apoyan a Cueto, Velásquez, ‘Pitín’ Cubillas, Sotil, los llaman Embajadores, mientras en la ‘U’ a Chumpitaz, el ‘Puma’ Carranza, gente representativa. Lamentablemente no todos piensan igual.
¿La selección peruana de México 70 fue la mejor de la historia?
No, la del 59. Estaban el ‘Loco’ Seminario, Loayza, Guillermo Delgado, ‘Toto’ Terry, José Fernández. Yo tenía trece años, la pude ver jugar. Era la mejor.
Defensor Arica fue su trampolín para jugar en Sporting Cristal...
Pagaban bien. Me compré mi Volkswagen ‘escarabajo’. Jugaba Julio Meléndez, también. Le ganábamos a la ‘U’ y Alianza, salí jugador revelación del campeonato. Eso me valió para que la ‘U’, Alianza y Cristal me hagan ofertas, pero yo preferí Cristal. Eso que reforcé, en algunos partidos, a la ‘U’ y Alianza, pero era Cristal por don Ricardo Bentín.
¿Siempre jugó como volante mixto?
Primero era ocho, pero de chico jugaba como defensa central. Después más de ocho y de cinco.
En Sporting Cristal, no se cansó de ponerle pelotas de gol a Alberto Gallardo...
Gallardo era un gran definidor. En ese Cristal nos jugamos con Nieri, el ‘Flaco’ Quesada, Castillo, éramos rápidos, de gran contragolpe. Didí era el técnico. Nos trasmitía mucha técnica. Me enseñó a ser exitoso en la mitad de la cancha, a dónde poner la pelota en ofensiva.
Didi te tuvo en Sporting Cristal y en la selección. ¿Fue el mejor entrenador que tuviste?
Fue el técnico que más confianza me dio para jugar el fútbol. Había grandes jugadores, pero siempre apostó por mí. Adelante tenía a Pedro Ruíz y ‘Pitín’ Zegarra, en la selección. Cuando Didí llega el Perú, yo ya lo escuchaba a través de la radio en la Copa del Mundo del 58. Era la figura de Brasil. Después, llega al fútbol peruano, y es un gran entrenador. Un poco parco, pero enseñaba en la cancha. Era muy innovador. Siempre un paso adelante que todos.
De no haberse topado con Brasil, hubiesen avanzado en la Copa del Mundo de México 86...
Si nos hubiese tocado Uruguay, la hacíamos. En el nivel futbolístico que estábamos le ganábamos, pero nos tocó el mejor Brasil de todos los tiempos, igual Alemania, otra potencia. Aunque la selección de Brasil del año 58 fue mejor que la del 70, ya que estaban los monstruos de Jalma Santos, Didí, Garrincha, Pelé, Zagalo. Puras figuras.
¿Cómo nació la propuesta para jugar en Santos de Pelé?
Por Didi. Yo tenía mucha afinidad con los brasileños. El fútbol peruano era muy parecido al de ellos. Didi nos llevó a amistosos en el Maracaná, y en Porto Alegre, e iban a visitar a Didi mucha gente de fútbol. Después, yo jugaba en Racing y va Santos de Pelé a jugar contra Huracán de Menotti. Yo voy al estadio de invitado, el entrenador era Tim, Pepe era el supervisor de Santos. Pelé se iba a retirar, habían vendido a Nene, y hablaron con la gente de Racing. En dos días hicieron la transferencia. Ya estaba en Santos. Me fui de gira y enfrenté a Barcelona, pero ese partido no jugó el ‘Cholo’ Sotil, estaba enfermo.
¿Cómo se inició la amistad con Pelé?
Mi primer viaje con Santos de Pelé. Hablaba mucho con él. Recuerdo que, de Barcelona a Zaragoza, nos fuimos por tierra. Pelé me invitada a cenar. Las reuniones. Fuimos a Francia, Grecia y varios países de Europa de gira con Santos. Era el tour Mundial de la despedida de Pelé con Santos.
Después, Pelé te pidió para jugar en New York Cosmos...
Sí, me llevó. Yo disfruté bastante a Pelé, en las giras, viajes. Conversaba mucho con él. Estuvimos cuatro años juntos, todo el día.
Conoció a grandes personalidades junto a Pelé...
Era muy asediado por todos. Conocí a Mick Jagger (vocalista de los Rolling Stone) en los vestuarios. También a Rod Stewart, todos los músicos británicos que viajaban a conocer a Pelé. Después, el dueño de Los Angeles Aztecs, otro de los clubes donde jugué, conocí a Elton John, quien era el dueño del equipo.
En Cosmos también coincidió con Franz Beckenbauer...
Sí, primero llegué yo, después Franz. Era muy amigo de Pelé. Me bromeaba mucho porque decía que Rudy Butter, quien había sido mi entrenador en Sporting Cristal, era medio loco, y que me hacía subir a los árboles al entrenar. Sabía toda su historia en Cristal.
En Los Ángeles Aztec también jugó con Johan Cruyff
Sí, ya un poquito. Igualmente, con Rivelinho. Eran muy monstruos. El jugar con ese nivel de futbolistas y ante grandes equipos europeos me potenciaba mucho. Jugué en la cancha del Manchester, Roma, Parque de los Príncipes, en varios continentes también.
Conociste e hiciste buena amistad también con Diego Armando Maradona....
Gracias a Miguel Ángel Brindisi, quien jugaba en Huracán, y yo en Racing, nos reunimos en un boliche, y conocí a Maradona. Me invitaron a cenar. Nos hicimos amigos. Al comienzo en Buenos Aires, después en el Mundial del año 82. Yo soy bien amigo de Menotti, con él hablo hasta ahora, y cuando me llevó a Barcelona, hice seguimiento, cursos, y jugaba Maradona, también. Después fui a Nápoles, Maradona contrató un avión para que viajen todos sus amigos, y entre ellos fui yo. Viví un tiempo con Maradona en Nápoles.
¿Cómo era convivir con Pelé y Maradona?
Terrible. No se podía ni salir a la calle. Por ejemplo, con Pelé, en Japón, en todas las tiendas lo reconocían. No se podía caminar. En menos de cinco minutos ya había cinco mil personas con él. No tenía privacidad.
Dolieron ambas partidas...
Hasta el último momento me comuniqué con gente allegada a Pelé, quería ir a visitarlo, pero solo permitían a su familia. Antes de que estuviese delicado de salud, Pelé me mandó una camiseta del Santos con la diez y mi nombre. Maradona sí se alejó, igualmente las personas que conocía y tenía en común. Una pena su partida.
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