Algunos le llaman fútbol, otros pasión y otros el deporte que une. Díganle como quieran, pero a puertas del inicio del la le ha regalado a los habitantes de la provincia de Vukovar una gran alegría al entrenar a puertas abiertas y sentir una muestra de cariño patriótico antes del amistoso contra Senegal.

Luka Mordic, Iván Rakitic y compañía tuvieron una sesión de entrenamiento diferente en el estadio de Bogdanovci, en la provincia de Vukovar. Porque fue a puertas abiertas y en una ciudad que fue el centro de la Guerra de independencia de Croacia y la que más sufrió con ataques, bombardeos y matanzas a civiles por parte del ejercito serbio.

Ahí, en ese mismo lugar donde no se celebró la aceptación de Croacia a la Unión Europea el 1 de julio del 2013 por el dolor que dejó la guerra en la década de los 90, se realizó la última práctica del equipo balcánico previo a su último amistoso ante Senegal y posterior viaje al Mundial Rusia 2018.

Las caras de alegría entre los hinchas que pudieron ingresar al estadio de Bogdanovci eran de felicidad extrema. La Selección de Croacia que los representará en el torneo de fútbol más importante de la FIFA estaba ahí, ante sus ojos, y solo había que apoyar. Ellos no tenían culpa de lo que pasó hace más de 30 años. Además, el amor por la nación que en algún momento fue invadida y devastada por Serbia era más grande. Una clara muestra de patriotismo en medio de un entrenamiento de un equipo de fútbol.

Los niños eran los más emocionados. Ellos pudieron ingresar al campo para obtener los autógrafos de Luka Modric, Iván Rakitic, Mario Mandzukic, entre otros, y sentir, a través del fútbol, el amor natural hacia su patria. Esta vez lejos de guerras civiles y de independiecia y con una ciudad que sigue surgiendo a pesar de haber sido destruida casi en su totalidad. Y algunos lo llaman solo fútbol.

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