Un accidente en medio del césped de juego ante Marsella puede quitarle su más anhelado sueño como jugador (eliminar al Real Madrid y postularse como el mejor futbolista del mundo), pero otro, a más temprana edad, pudo haberlo dejado sin vida y sin alegrías para los aficionados del deporte rey, que lo vemos cada fin de semana en nuestros televisores. Neymar, conocido como ‘Juninho’ en su círculo más íntimo, tenía cuatro meses de edad cuando sus padres sufrieron un aparatoso accidente vehicular que, por cuestiones de suerte y seguridad, no dejó golpes físicos ni secuelas psicológicas sobre el personaje más idolatrado de Brasil en la actualidad. ‘Ney’ no se acuerda ni siquiera del coche, pero sus padres lo narran como si hubiese sido ayer.
“Presa de la desesperación, rogué a Dios que llevará a mí en vez de Juninho”, indicó Neymar Da Silva en la biografía del atacante, bajo el nombre de ‘Neymar: conversación entre padre e hijo’. El ex Barcelona, por su parte, siente las palabras de su progenitor, aunque asegura que el dolor más fuerte durante su infancia, fue la vida misma en su natal Brasil. “Mi infancia fue difícil, no teníamos mucho dinero, no tenía lo que mis amigos sí, aunque no creo haber sido infeliz del todo”, relató el actual miembro del PSG, que en su niñez no sufría de hambre y sí bien no abundaba el dinero en los alrededores de su casa, sí habían 50 pelotas para decorarla.
Neymar llegó con 11 años a las divisiones inferiores del Santos. Nació y se crió hasta la etapa primaria en la región pobre de Mogi das Cruzes, aunque la delincuencia terminó por optar que Neymar Da Silva y Nadine, su madre, decidieran por mudarse a las cercanías de la ciudad de Santos. Fue precisamente en aquel lugar que el ahora talentoso valor de la Selección de Brasil continuó sus estudios básicos y se desarrolló, posteriormente, como profesional. La historia luego es conocida. Neymar debutó un 15 de marzo del 2019 en el primer equipo del Santos y hace unos meses se convirtió en el futbolista más caro de la historia, luego de que el PSG le pagará al Barcelona los 222 millones de euros de su cláusula de rescisión. Su fútbol lo vale, sus condiciones aseveran que puede ser el próximo Balón de Oro, aunque quizás nunca lo hubiese contado si es aquel choque de hace más de 25 años terminaba con su vida, como la de sus padres.
Hoy Neymar se encuentra concentrado en ganar el Mundial de Rusia 2018 y, por qué no, superar una lesión que puede dejarlo sin octavos de final en la Champions League ante el Real Madrid. El camino para ser el número uno en el mundo tiene un escombro en el Parque de los Príncipes, así en el próximo mes de junio, cuando el ‘Scratch’ viaje a levantar la Copa del Mundo. Si superó lo que pudo ser la muerte, ahora se prepara para ‘dos’ finales que decidirán su vida.
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