Mientras chocaba , los aficionados de la ‘bicolor’ que quedaron en Lima ni se atrevieron a salir a las calles. El Metropolitano lucía vacío, mientras en las veredas solo corría aire.

La mayoría de aficionados de la Selección Peruana llenaron los principales bares de la capital. Mientras que otros se dieron cita en distintas casas.

Desde hace dos días Saranks, una ciudad pequeña ubicada a 600 kilómetros de Moscú, recibe aficionados de Perú, que masivamente se han desplazado a Rusia para disfrutar del retorno a un , 36 años después.

No ha reparado en gastos el hincha peruano. Perfectamente identificable, presumido por las calles con su camisa enfundada y la alegría al cuerpo, transita por las avenidas de una localidad que, por una vez, se amolda a los reclamos del fútbol de alto nivel.

De los más de 50.000 aficionados desplazados desde Perú a Rusia, cerca de 30.000 han llegado a Saransk en las últimas horas. La mayoría en avión, en un trayecto próximo a los noventa minutos.

Perú es corazón. Muchos de sus fieles retornarán al país al término del choque de Saransk. Los ahorros no han dado para más y la misión está cumplida. Ahora queda la Selección, en Rusia, al amparo del resto y a su devenir sobre el terreno de juego.

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