El COVID-19 no solo deja estragos humanos, sociales y económicos, sino también entre las relaciones institucionales a nivel mundial. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decidió “romper” la relación de su país con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que acusa de haber gestionado mal la emergencia sanitaria del COVID-19, al creer en exceso las informaciones aportadas por China.
Aunque no dio más detalles al respecto durante una conferencia de prensa, el anuncio de Trump supone la suspensión permanente de la contribución de su país a la organización, ahora congelada y que se estima entre 400 y 500 millones de dólares anuales, lo que equivale aproximadamente a un 15 % del presupuesto total del organismo.
Además, el presidente estadounidense anunció que impondrá sanciones a algunos ciudadanos chinos y que ha ordenado a su Gobierno "eliminar las excepciones que dan a Hong Kong un trato diferente y especial" respecto al de China, incluidos los beneficios arancelarios.
“Nuestras acciones serán fuertes, nuestras acciones serán significativas”, dijo Trump en una declaración a la prensa para desvelar su reacción a la controvertida ley de seguridad nacional para Hong Kong, recién aprobada en China.
Trump firmó este jueves una orden ejecutiva para la adopción de medidas contra la censura de las compañías de redes sociales, con el fin de eliminar el amparo de responsabilidad legal si las compañías de redes sociales actúan para censurar o editar el contenido.. Asimismo, anunció que buscará la emisión de una ley adicional sobre esta cuestión.
Estados Unidos sigue siendo el país más por la pandemia con poco más de 1.7 millones de contagios confirmados. Sin embargo, especialistas coinciden que el foco comienza a instalarse en América Latina, donde Brasil lidera (ocupa el segundo lugar detrás de USA) con más de 438 mil contagios y 26 mil muertes. Perú le sigue con 141 mil contagios y más de 4 mil muertes.
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