La infección por Candida auris ha activado todas las alertas médicas en Estados Unidos por el aumento de casos entre 2019 y 2021, sospechando de que se habría dado como consecuencia indirecta de la pandemia del COVID-19. Al enfocar todos los esfuerzos en atender los numerosos casos de coronavirus, no se habría dado la correcta desinfección para mantener al margen al hongo C. auris.
Uno de los primeros registros se dio en 2009, cuando se detectó en el oído de un paciente japonés de 70 años. De inmediato, se tomaron medidas y, cada cierto tiempo, se suele alertar de los cuidados que se deben mantener para evitar que las personas vulnerables lleguen a contagiarse.
¿Qué es exactamente el C. auris? De acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), “es un tipo de hongo que puede causar enfermedad grave en pacientes hospitalizados”. Los síntomas, de acuerdo a información oficial, no suelen notarse porque afecta a personas en una complicada situación de salud, complicando detectar una afectación bajo las que ya se están tratando.
“Debido a que los síntomas pueden variar ampliamente, se necesita una prueba de laboratorio para determinar si el paciente tiene una infección por C. auris”, recomienda el CDC. Es una infección complicada, pero ¿puede llegar a causar más complicaciones en personas con otros problemas médicos?
La infección por el Candida auris puede desencadenar hasta la muerte, de acuerdo a la información del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Al contagiar a personas con un diagnóstico médico complejo, suele agravar la situación y desencadenar un desenlace desfavorable para los pacientes.
“Cualquier infección invasiva, incluyendo la infección del torrente sanguíneo, por cualquier especie del género Candida, puede ser grave e incluso mortal. Muchas personas que han muerto con C. auris tenían otras enfermedades graves que aumentaron su riesgo de muerte”, explica el CDC sobre una pregunta frecuente de la gravedad del C. auris.
A pesar de la gravedad de la infección del hongo, también hay un tratamiento que implica el uso de equinocandinas, antimicóticos que pueden frenar el avance del Candida auris. Las dosis altas de estos medicamentos fuertes, siempre bajo supervisión médica, es lo recomendable en estas situaciones, según el CDC.
Las personas se pueden infectar por el Candida auris de manera directa o indirecta, por ello se recomienda que, al tener a alguien cercano con el hongo, evitar todo contacto si no se tienen los cuidados necesarios, como guantes y un constante lavado de manos.
El C. auris, por lo general, infecta a las personas que ya están enferma de gravedad, como pacientes con cáncer o diabetes, pero no por eso las personas sanas pueden descuidarse en las medidas para evitar tener el hongo.
Contenido GEC