Los Estados Unidos siguen sorprendiendo en pro de contrarrestar el cambio climático y es que han empezado a absorber la atmósfera con el fin de neutralizar el dióxido de carbono, el cual es un gas incoloro, inodoro y compuesto de oxígeno y carbono. De esta manera, el país norteamericano está, literalmente, tragándose 2.000 millones de toneladas desde el suelo.
Como se sabe, es el dióxido de carbono uno de los principales causantes de que la tierra se encuentre en grave peligro y cada día veamos estragos en el ecosistema, los cuales se agravan por la larga permanencia del CO2 en la atmósfera. También conocido como anhídrido carbónico, que está en la atmósfera en una proporción media de 380 partes por millón.
El dióxido de carbono no es tóxico en sí, pero lo que sí es importante es tener cuidado con su presencia en los interiores de las casas, colegios o lugares de trabajo, pues si la concentración de CO2 es muy alta en un lugar, podría provocar asfixia por desplazamiento de oxígeno.
El plan de Estados Unidos contra el CO2 de la atmósfera
En los Estados Unidos, han inventado un robot agrícola que convierte los residuos vegetales en biochar para así atrapar el CO2 de manera segura durante décadas. El start up Applied Carbon ha creado esta tecnología, con la cual transforman la biomasa residual en biochar, es decir, una sustancia parecida al carbón vegetal que bloquea de manera segura el carbono por décadas.
Como se sabe, es muy fácil liberar carbono en la atmósfera, un hecho que acelerar el cambio climático, pero también es mucho más difícil su eliminación. De esta manera, el robot puede tomar hasta 2.000 millones de toneladas métricas de carbono al año, al mismo tiempo que mejora el rendimiento de los cultivos en las granjas.
El reto mayor que enfrenta el biochar es la logística. Hallar el suficiente residuo vegetal, transportarlo a una instalación de almacenamiento y después llevar el biochar nuevamente a los campos agrícolas, donde en muchas ocasiones se aplica como enmienda del suelo, es caro y consume una gran cantidad de energía, al punto que puede anular gran parte de las ventajas de carbono del biochar.
¿Cómo funciona el Applied Carbon?
En lugar de llevar los residuos agrícolas a una instalación de biochar, movieron la instalación Applied Carbon a la granja.
Esta máquina se remolca con un tractor y abastece por una cosechadora, que arroja los residuos de los cultivos en una tolva donde se trituran.
Luego son secados haciendo uso del gas reciclado del rector de pirólisis, ahí los residuos se transforman en biochar y gas de síntesis (syngas), que se emplea para alimentar la máquina. El biochar se apaga con agua, se esparce sobre el suelo y mezcla usando una rastra de discos.