Estados Unidos no es un país en el que su territorio de alta sismicidad; sin embargo hay regiones o incluso estados donde este fenómeno natural sí es peligroso y hay que estar pendiente de la actividad tectónica. Hoy, viernes 5 de abril se registró un fuerte temblor de magnitud 4.8 en la ciudad de New York, Estados Unidos vía Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Según medios internacionales, el epicentro fue a 5 kilómetros de NE de Lebanon, New Jersey. Un estudio de 2008 de la Universidad de Columbia encontró que el área de Nueva York tenía un riesgo “sustancialmente mayor” de sufrir un terremoto de magnitud 6 ó 7 de lo que se pensaba anteriormente.
De hecho, el Servicio Geológico de Estados Unidos tiene más sensores en California y Nevada, puesto que es la zona que se ha definido como con mayor riesgo sísmico del país e incluso se han determinado probabilidades basadas en la tasa promedio de eventos históricos para los próximos 50 años.
Un sismo de magnitud 4,8 sacudió edificios en el área de la ciudad de Nueva York el viernes por la mañana. El temblor se informó a unas 5 millas al este de Lebanon, Nueva Jersey, alrededor de las 10:20 am del viernes, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Vecinos de la zona reportaron temblores que sacudieron muebles y pisos. No se han reportado interrupciones importantes en Nueva Jersey o Nueva York.
Los sismos de alta intensidad son un fenómeno natural que puede causar daños significativos a la infraestructura y la vida humana. En Estados Unidos, estos terremotos son relativamente poco frecuentes, pero pueden tener consecuencias devastadoras.
La magnitud de un sismo se mide en la escala de Richter y aquellos con una magnitud superior a 9,0 son extremadamente raros, pero pueden causar daños catastróficos. En el caso de un terremoto con una magnitud de 9,0, la destrucción y la devastación pueden producirse en un radio de hasta 1.000 kilómetros.
En Estados Unidos, los sismos se producen con mayor frecuencia en las zonas escasamente pobladas del Golfo de Alaska y la cadena de islas del Mar de Bering. Sin embargo, los más peligrosos se producen a lo largo de la Falla de San Andrés, que recorre de norte a sur más de 1.000 kilómetros a través de California.
La Falla de San Andrés es una zona de subducción, donde la placa del Pacífico se encuentra bajo la placa de Norteamérica. Esta situación provoca tensiones tectónicas regulares, que pueden liberarse en forma de terremotos.
El movimiento de las placas a lo largo de la Falla de San Andrés se puede observar mejor en el movimiento de Los Ángeles y San Francisco. Los Ángeles se encuentra en la placa del Pacífico, mientras que San Francisco está en la placa continental norteamericana. A medida que la placa del Pacífico se desplaza hacia el norte, la placa norteamericana lo hace hacia el sur. De este modo, Los Ángeles y San Francisco se acercan una media de 2,4 pulgadas al año.
Dado que las placas litosféricas de esta región sólo tienen unos pocos kilómetros de espesor, en algunos lugares es posible un movimiento mínimo pero constante. En otros lugares, las dos placas se enredan y se separan bruscamente tras aumentar la presión. Los terremotos resultantes alcanzan a menudo magnitudes de 6,7 en la escala de magnitud de momento. Más raros son los seísmos de magnitud 7-8.
Los sismos son un peligro natural que puede causar daños significativos a la infraestructura y la vida humana. Es importante estar preparado para un movimiento telúrico de gran intensidad y saber qué hacer si ocurre uno.
En un edificio
En el exterior
En un vehículo
Después de un fuerte sismo
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Temblor en USA hoy, 22 de enero: epicentro en Alaska