La inactividad física tiene como consecuencias padecer enfermedades crónicas de riesgo como la diabetes tipo 2, la obesidad, problemas cardiovasculares y cerebrales. Es por eso, que te brindaremos algunas recomendaciones de hábitos muy fáciles para combatir la falta de actividad física y llevar una vida saludable.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Realizar actividad física de forma frecuente beneficia el bienestar físico y mental y van más allá de reducir de peso, sino, que evita, aproximadamente, el 50% del riesgo de muchos desórdenes relacionados con la inactividad (como enfermedad del corazón y diabetes), disminuyendo el riesgo de hipertensión y algunas formas de cáncer, y tensión decreciente, ansiedad, depresión y soledad.
La falta de actividad física trae consigo problemas de salud, mucho de ellos silenciosos, que a la larga, tiene como resultado a una enfermedad de gravedad. En la actualidad son cada vez más el número de personas, realizan algún deporte o simplemente, no se mueven, bien sea por alguna complicación de salud o por flojera. Es por eso, que te explicamos las consecuencias de no hacer deporte:
La actividad física es fundamental para generar el gasto energético, que es la relación entre el consumo de energía y la energía que necesita el organismo, y para lograr la pérdida de peso, debe haber una reducción del gasto calórico diario, es decir, que el cuerpo necesita ingerir menos cantidad de energía (comidas) que normalmente requiere en una rutina en donde estés incluida la actividad física. Por lo tanto, practicar ejercicio físico es fundamental para lograr un equilibrio energético y el control de peso.
Asimismo, la actividad física constante, junto con una alimentación saludable, puede generar grandes cambios en tu organismo y la prevención de enfermedades:
Para disfrutar de los beneficios del ejercicio físico, son necesarios 3 horas a la semana de actividad física moderada o también 75 minutos de actividad de cardio, siempre que sea en sesiones de 20 minutos diario, como mínimo. Asimismo, es recomendable realizar entrenamientos de fortalecimiento muscular dos o más veces a la semana para la densidad ósea, disminuyendo así el posible riesgo de osteoporosis o fracturas y protegiendo a la vez nuestras articulaciones.
Si tu objetivo es incrementar tu actividad física, adelgazar o fortalecer tu organismo y prevenir enfermedades, pero no sabes por dónde comenzar, te dejamos algunos consejos útiles y sencillos, ¡presta mucha atención!
1. Ejercicios aeróbicos
Estos ejercicios son sencillos, se adaptan a las necesidades de la persona y lo puedes realizar solo o en compañía: caminar, nadar, manejar bicicleta o hasta subir escaleras te ayudarán a mantener tu corazón, pulmones y articulaciones saludables, que al combinarlos con una buena alimentación, podrán ayudar a que alcances tu peso ideal. Lo importante es que seas recurrente y los realices 30 minutos al día.
2. Ejercicios de resistencia
Las personas que practican este tipo de ejercicios, mejoran su postura y le dan a su cuerpo una apariencia más tonificada, reducen el riesgo de caídas y mejoran su flexibilidad. Realiza ciclismo, saltar cuerda, nadar, subir escaleras, correr y circuitos de entrenamiento.
3. Ejercicios de flexibilidad
Para hacer estos ejercicios, se recomienda realizar una rutina de calentamiento, la cual te permitirá estirar los músculos de tu cuerpo. Para los ejercicios de flexibilidad, se recomienda el Yoga, Pilates y Tai – chi, ya que proporcionan movimientos de extensión y equilibrio con la combinación de distintas posiciones.
4. Ejercicios para fortalecer las huesos
Los ejercicios de fortalecimiento de los huesos es necesario para evitar lesiones o la resistencia física en tu día. Puedes realizar entrenamiento de saltos, carreras, levantamientos de peso, tenis y hasta el bailar te ayudarán con el fortalecimiento óseo que tu organismo necesita.
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