“Todo bien”, responde James Rodríguez. El centrocampista, en pleno momento dorado en el Bayern Munich, se reencuentra con el Real Madrid, el club del que salió hace unos meses, en un duelo de altos vuelos por una plaza en la final de la Champions League.
"Por supuesto que estos dos partidos son especiales para mí", aseguraba James en una entrevista con el diario alemán TZ, recordando que "he jugado tres años allí, fui feliz y tengo buenos amigos y recuerdos de mi tiempo en Madrid".
El jugador cafetero se reencontrará con sus antiguos compañeros, cerca de un año después de abandonar el club blanco, en un clásico del fútbol europeo por una plaza en la final de la Liga de Campeones.
Llegado al Real Madrid en 2014 tras brillar en el Mundial de Brasil como el máximo goleador del torneo con 6 tantos, James vivió un primer año espectacular en que jugó 46 partidos y marcó 17 goles, para luego ir perdiendo protagonismo en las dos campañas siguientes.
James sabe lo que es ganar la Champions League con el equipo blanco, ya que hasta en dos ocasiones se ha llevado la 'Orejona' con los merengues, la última el pasado año, aunque no tuvo ni siquiera la oportunidad de vestirse de corto en esa final contra la Juventus (4-1), en la que fue uno de los descartes de Zinedine Zidane.
Ahora James tiene la oportunidad de llegar a nueva final europea con el club alemán, al que el Real Madrid apeó el pasado año en cuartos de final, pero el colombiano advierte que "no hay que tomárselo como una revancha, sino como un par de partidos más en busca de esta final".
De hecho, James ni siquiera piensa en reivindicare ante su antiguo equipo, sino solo "poner mi granito de arena para que podamos emprender el viaje a Kiev", sede de la final europea.
Pero, antes de emprender ese viaje, James y el Bayern tendrán que superar dos duras paradas en Múnich y Madrid.