El fan de Lionel Messi que lo esperó por 10 horas en la puerta de su casa en París.
El fan de Lionel Messi que lo esperó por 10 horas en la puerta de su casa en París.

se encuentra nuevamente en boca de todos. No porque haya decidido renovar con el o diera otro paso rumbo a su regreso al FC Barcelona. El delantero argentino vuelve a ser el protagonista de la noticia por haber hecho a un fan suyo el hombre más feliz del planeta. Lo esperó por 10 horas en la puerta de su casa en París y cuando había perdido la esperanza de conocer al capitán de la ‘Albiceleste’, este lo invitó a pasar a su vivienda para tomarse unas fotos y regalarle unas firmas. El genio de Rosario ha tenido un gesto de oro que vuelve a confirmar que la humildad le brota por los poros.

Su nombre es Juan Polcán, es argentino y quiso aprovechar sus días libres en París para conocer a Lionel Messi: buscó la casa del jugador en Internet y llegó a dar con ella. “Busqué en Internet, pero literalmente no hay rastro”, ha comenzado explicando en entrevista con el portal Infobae.

Cuando finalmente encontró la casa de Messi, se sentó en la acera de enfrente, probablemente sin imaginar que ese era el inicio de una larga espera de 10 horas. “Me senté a esperar a las 9 de la mañana cuando vi que iba a entrenar. Cuando volvió como a la 1 de la tarde, ni siquiera pude acercarme, pero estoy seguro de que me vio”.

Según Polcán, la esposa de Messi jugó un gran papel para ayudarle a cumplir el sueño. “Esperé hasta las 3 y media. Antonella salió de casa, bajó la ventanilla del coche, nos habló con la mejor de las intenciones y nos dijo que ella iba a recoger a sus hijos. A las tres horas apareció él, pero no me dio la oportunidad de conocernos”.

“Me empezó a decir que iba a llamar a la policía, pero no podía desistir porque me había organizado para pasar dos días en París para ver a Lionel”. Y es que, de pronto, “apareció de la nada” Antonella Roccuzzo para invitarles a ambos a entrar en la vivienda tras diez horas de espera.

“Lo primero que vero es a Messi parado frente a mí en shorts, pantuflas y nos dice ‘hola’. Fue un momento increíble. Le dije cuanto le amaba, nos tomamos unas fotos, él me firmó la camiseta del club de fútbol sala donde juego, me dio un abrazo y me firmó un autógrafo en el brazo. Fue entonces cuando me di cuenta de lo nervioso que estaba”.


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