La FIFA protege y salva al jugador: PSG no puede romer el contrato de Sergio Ramos

Aunque así lo quisiese el mismo jeque del club galo, el PSG no podría terminar antes de tiempo con el contrato de Sergio Ramos, que, tras su llegada al club francés hace cuatro meses, aún no se ha estrenado en el campo. Según el diario ‘Le Parisien’, la institución parisina estaba pensando en rescindir el contrato, aunque desde España señalan que es imposible.

“Aunque la opción no está en el orden del día, la posibilidad de una resciliación no es ciencia ficción. París ha asumido que ha podido equivocarse en su fichaje”, señala el periódico generalista, que sirve a menudo como ‘garganta profunda’ del club parisino.

De acuerdo al medio ‘Mundo Deportivo’, fuentes próximas al jugador han apuntado “que ahora mismo no están en ningún momento en este escenario”. Y hay más, pues según la normativa FIFA, el PSG se expone a una sanción de no poder inscribir jugadores.

Lo que dice la normativa FIFA

Según la propia norma FIFA, esta permite proteger a Sergio Ramos al encontrarse en el llamado período protegido. Este derecho protege a los clubes y también a jugadores en los primeros tres años de vinculación del futbolista con la institución.

Así lo recoge el artículo 17 de Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores. Dicho artículo deja claro primero que el PSG debería pagar una indemnización si rescindiera el contrato.

Pero no es todo, pues de hacerlo, el club francés se expondría a una sanción además de la indemnización. El castigo supondría la prohibición para la “inscripción de nuevos jugadores, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, durante dos periodos de inscripción completos y consecutivos”.

Sergio Ramos llegó con el sóleo de su pie izquierdo dañado y cuando parecía que podía recuperarse en septiembre pasado sufrió una recaída que volvió a alejarlo de los entrenamientos colectivos.

Según Le Parisien, el PSG quiere creer que lo que frena al exmadridista es su impaciencia por regresar, que estaría creando ciertos “desequilibrios musculares por sus ganas de ir más rápido que la medicina”, lo que explicaría que siga sintiendo dolores cada vez que entrena.

“Su último enfrentamiento con el Chelsea, en semifinales de la Liga de Campeones, fue hace seis meses. Una eternidad para un jugador de 35 años”, señala el diario.

El regreso de Ramos a los entrenamientos estaba previsto para esta semana, pero de momento el sevillano sigue sin fecha de regreso.

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