No existe en el mundo nada más tierno que ver a un niño sonreír, y más aún cuando su alegría no lo produce algo material, sino un momento que posiblemente sea irrepetible y le permite borrar de su mente cualquier suceso negativo que haya tenido que vivir en su corta vida. Alí logró acceder a una práctica del Real Madrid, previa a la final de la Supercopa de Europa. Un regalo que cualquier persona amante del fútbol, niño a adulto, desearía tener.
Primero debemos saber quién es esta pequeña persona que no paraba de sonreir. Alí es un niño procedente de Afganistán que ya lleva 3 años viviendo en Noruega con su padre, el señor que también se aprecia en el video carente de tristeza y desbordando algarabía. Él sabía que aquellos minutos no se compran ni con todo el oro de una nación, por lo que de alguna manera debía retratarlo.
Fueron tres los jugadores con los que logró tomarse un 'selfie': Casemiro, Luka Modric y Marcelo. Fue este último quien le brindó más tiempo, sin embargo, una persona más se acercaría a pedido de Alí y posteriormente también lanzaría un mensaje al respecto.
Zinedine Zidane se unió a las fotos del pequeño, su amigo y su padre, que tenían como escenario al Estadio Lerkendal de Trondheim, en Noruega, recinto donde normalmente juega el Rosenborg Ballkub.
Antes de partir, el entrenador del Real Madrid también se tomó unas fotos con algunos niños que se encontraban en la tribuna observando cómo practicaba una de las mejores generaciones del club madrileño. Se le hizo una pregunta, pero la respuesta misma nos puede ofrecer cuál fue la cuestión: "Lo mejor que hay es la sonrisa de un niño".
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