Una de las cosas más bonitas del fútbol es que despierta pasiones en lo largo y ancho del planeta y, a pesar de que con el deporte se rompen las barreras geográficas, la comunicación puede verse en peligro cuando los rivales cuentan con lenguas maternas totalmente diferentes, y a ello sumarle que por un tema de neutralidad los árbitros no pueden proceder del mismo país que alguno de los equipos, hablando estrictamente en términos internacionales.
► Golden Boy 2016: estos son los candidatos al trofeo al mejor jugador sub21
Tal vez en gran parte de Latinoamérica no hay problema porque la lengua que predomina es el castellano, no obstante, esto no significa que todos los jugadores sean hispanohablantes. Para poder demostrar que la región del equipo no garantiza la similitud de idiomas, presentamos las siguientes situaciones.
Caso 1: El delantero de un equipo mexicano es natural de Jamaica (donde el inglés es el idioma oficial), y le comete una falta al portero del otro equipo, club que procede de Canadá (cuyos idiomas oficiales son el inglés y el francés), sin embargo, el portero también es nuevo en el equipo y es de nacionalidad uruguaya. El partido es un amistoso organizado por una marca japonesa, la cual quiso que el árbitro sea un alemán.
Caso 2: En un Mundial se enfrentan las selecciones de España contra el combinado de Argentina (ambos países hablan castellano), pero el árbitro es ruso.
La respuesta es sencilla. La FIFA tiene como idiomas oficiales al inglés, español, francés y alemán, siempre señalando que la prioridad está en el primer idioma. Para el Caso 1, al hecho de que en México y Canadá se hablen lenguas distintas, y que sus jugadores vengan de países, sumarle que el árbitro es alemán y el partido sucede en Japón, se podría crear un gran problema. Para evitar todo un embrollo, tanto los jugadores como el árbitro, al estar en un partido internacional y ser conscientes de ello, deben dominar la lengua inglesa.
Para el Caso 2, ambos equipos podrían entenderse sin ningún problema, sin embargo el árbitro habla ruso. Esta situación es más sencilla, ya que el árbitro puede hablar en inglés y esperar la comprensión de los jugadores, o facilitarse las cosas hablando en español (al ser árbitro FIFA tiene la responsabilidad de ser políglota).
"La FIFA, en nombre del International Football Association Board, publicalas Reglas de Juego en inglés, francés, alemán y español. Si existe algunadivergencia en los textos, el texto inglés hará fe", indica el reglamento de fútbol oficial de la FIFA.
Hecha la ley, hecha la trampa. Hay árbitros que poseen un gran nivel, pero ello no fue garantía de que su grado de comunicación por el idioma sea el mejor. En el Mundial Brasil 2014, el jugador croata Vedran Corluka confesó a la cadena BBC que el referee de su choque ante Brasil, el japonés Yuichi Nishimura, les hablaba en su lengua natal y ellos no entendían nada.
"Era increíble que el árbitro hablaba a los jugadores en japonés, es ridículo. Por supuesto que no lo podía entender, no tenemos jugadores japoneses", sostuvo el defensor.
Que la FIFA reconozca los cuatro idiomas mencionados como oficiales, no significa que fiscalicen a sus árbitros de aprenderlos todos o que los limite a que amplíen su conocimiento (son imparciales ante ese caso). Lo que sí ratifican es el hecho de que "el idioma de un árbitro es el reglamento", el cual, por lengua universal, es expresado mediante señas a la hora del campo. No importa si te encuentras en Huancayo o en París, en Irak o en Sudáfrica, cuando veas una falta, el árbitro siempre realizará el mismo movimiento para señalarla.
► ¿Qué es de la vida de los extranjeros que no la pasaron bien en Perú?
LEE TAMBIÉN…