Alianza Lima cayó ante Melgar y hoy le prende velitas a los santos para esperar un milagro y volver a la pelea por el Torneo Apertura. El conjunto de Roberto Mosquera no supo cerrar encuentros determinantes y el sufrimiento blanquiazul se prolonga.
Estas son las 5 claves que golpearon la campaña de Roberto Mosquera
1. No mantuvo un once titularRoberto Mosquera aseguró que armaba un equipo de acuerdo al rival. Afectó la falta de continuidad. Y la muestra de esta afirmación se refleja, por ejemplo, con la presencia de Reimond Manco en el Clásico disputado en Matute. Posteriormente, el volante fue relegado en el banco de suplentes e inclusive no viajó a Arequipa con el conjunto blanquiazul para enfrentar a Melgar.
2. Debilidad en la volanteInsistir con Luis Ramírez en la contención y no de organizador le quitó equilibrio en la marca. Roberto Mosquera fue fiel a sus ideales y priorizó reforzar la defensa blanquiazul con la marca de 'Cachito' y Josimar Atoche, pero su plan solo quedó en teoría.
3. Defensa débilEn su intento de ser un equipo netamente agresivo, la defensa de Alianza Lima evidenció sus flaquezas con las marcas que protagonizaron Roberto Guizasola y Luis Trujillo, por ejemplo, en gran parte del Torneo Apertura.
Roberto Mosquera detectó esta debilidad a tiempo, pero fue hasta casi al final del campeonato que se arriesgó a forzar la defensa con Eduardo Uribe (por Guizasola) y Francisco Duclós (20 años de edad), que su presencia respondía a una necesidad de sumar en la bolsa de minutos, más que a una convicción de Roberto Mosquera.
4. Derrotas clavesCayó en Matute con rivales directos como Sporting Cristal y Universitario de Deportes. El equipo blanquiazul no supo cerrar encuentros determinantes ante rivales directos que históricamente pelean por los primeros lugares del certamen.
Alianza Lima quiso ganar el Torneo Apertura evadiendo resultados trascendentes ante rivales que hoy se encuentran en la verdadera pelea por alzar el primer trofeo del año.
5. Más hechos y menos palabrasRoberto Mosquera llegó a Matute y su entorno de encargó de afirmar que con la llegada del estratega, Alianza Lima retornaría a su original estilo de juego, en la que el espectáculo estaría asegurado con el juego pícaro pero criterioso para defender. Un equipo cohesionado, es decir.
¿Y qué pasó? La respuesta cae de madura. Mosquera justificó los errores infantiles de su conjunto y se amparó en un argumento facilista del 'yo soy ofensivo' y los otros 'ratonean'.
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