Fuimos al mundial y regresamos con una victoria. La hinchada peruana fue premiada como la mejor del mundo. Ricardo Gareca renovó con la Selección Peruana y pronto se convertirá en el técnico de mayor continuidad en el banco nacional.
Alianza Lima es el campeón vigente y sigue en carrera por el bicampeonato. Sporting Cristal es una máquina goleadora, se acerca a los 100 goles y tiene chapa de candidato al título. Universitario de Deportes ha escrito una apasionante historia de superación y ya apunta a una copa.
En Estados Unidos, Raúl Ruidíaz es goleador de los Seattle Sounders y disputa las instancias finales de la MLS. Pese a jugar en el modesto Rayo, Luis Advíncula se las ingenia para destacar en la liga española. Cristian Benavente, que atraviesa el mejor momento de su carrera, vuelve al equipo de todos. Después de mucho tiempo tenemos varios arqueros con potencial de selección. Y por si fuera poco, ganamos la sede para organizar el próximo Mundial Sub 17.
No hay nada que hacer, este ha sido un año para disfrutar, pleno en buenas noticias sobre el fútbol peruano. Pero cuando mejor van las cosas, pasa lo de siempre. El autogol que nos hacen los que juegan en otras canchas. Solo así se entiende este lío con la FIFA que amenaza con desafiliar al Perú y dejarnos fuera de toda competencia internacional.
A ver si nuestras autoridades –las del deporte y las del estado– ponen el bien del fútbol por encima de sus propios intereses y desactivamos esta bomba antes que explote. Aún estamos a tiempo.
Escribe: Guillermo Denegri
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