No es una megaestrella mundial y, aunque nos encantaría, tampoco está en la agenda de los equipos más grandes de Europa. No, no se va al Barcelona ni al Real Madrid. Pero lo que está haciendo Luis Advíncula en la liga española ya es más que meritorio.
Desde el modesto Rayo Vallecano, la de Advíncula es una campaña que brilla con luz propia; además de ser titular habitual en su club, ‘Bolt’ se ha convertido en una pieza clave del equipo. Ayer le dio una nueva asistencia a Raúl de Tomás, el goleador del Rayo, junto a quien hace una sociedad tan rentable que, gracias al tanto de ayer, el cuadro de Vallecas salió de posición de descenso por primera vez en lo que va de la temporada.
Aquí no dudamos que al buen Lucho se le abrirán nuevos horizontes y desde esta humilde columna queremos pedirle que siga privilegiando lo deportivo y no se deje tentar por los millones de alguna liga exótica, que no dudamos tocarán a su puerta tarde o temprano. Que no se vaya a Arabia, Egipto, India ni China. Que solo tiene 28 años y ya tendrá tiempo de asegurar su futuro.
Que persevere en el esfuerzo, que es la única manera de ser realmente grande y trascender. Que confíe en sus propias fuerzas y recuerde que juega en una de las mejores ligas de Europa, que ya gana más dinero del que nunca soñó y que es, además, la inspiración de miles de jóvenes peruanos que ven en él a un ejemplo vivo de superación a través del deporte.