Yordi Vílchez y su camino para llegar a Alianza Lima. (Foto: GEC)
Yordi Vílchez y su camino para llegar a Alianza Lima. (Foto: GEC)

En San Juan de Bigote, distrito de Morropón (Piura), un niño inquieto jugaba con sus ‘patas’ de barrio, después del colegio, para saber quién era el mejor en la cancha. Tras hora y media de ‘pichangas’, un chapuzón en el río le ayudaba a refrescarse del intenso calor norteño, para luego volver a casa y así terminar su día rodeado de sus padres y sus abuelos, con quienes volvía a hablar de su mayor pasión: el fútbol.

Así fue la infancia de , el nuevo jale de . Su fichaje no solo estuvo basado en su experiencia en la Copa Perú, torneo en el que empezó a participar desde los 14 años en equipos como el Defensor Bigote y Caimanes o en su paso en la Primera División, llegando a jugar la Copa Libertadores y Sudamericana, sino también por una serie de requerimientos técnico-tácticos, físicos y personales en el club, incluyendo su historial de lesiones en su carrera, para tener el OK para venir a La Victoria.

Su formación como defensa se lo dio el profesor José Ramírez Cubas, quien lo perfiló como zaguero para que siga creciendo hasta llegar a jugar en Juan Aurich. En Chiclayo, a cientos de kilómetros de su natal Piura, su carrera despegó y hoy es uno de los refuerzos más importantes que ha sumado el cuadro victoriano, institución con el que guarda un lazo más íntimo, pues su abuelo materno, desde que Jordi tiene memoria, “siempre lo veía a él con su camiseta blanquiazul”.

Yordi Vilchez es el nuevo jugador de Alianza Lima. (Foto: Alianza Lima)
Yordi Vilchez es el nuevo jugador de Alianza Lima. (Foto: Alianza Lima)

Todo empezó como jugando

Yordi Vílchez no era un muchacho tranquilo en la infancia como adolescencia: le gustaba estar visitando a sus abuelos para luego escaparse a jugar fútbol con sus amigos del barrio. “Yo salía del colegio y me iba con mis abuelos paternos a almorzar. Luego iba a la casa de mis abuelos maternos con mis hermanos a jugar. Como a las 5 de la tarde nos juntábamos con todos los chicos del barrio, como 15 muchachos, para irnos a una losa deportiva y luego meternos al río”, narra el nuevo zaguero íntimo, con emoción recordando cómo empezó a amar este deporte.

Pese a que podía hacer renegar a sus abuelas, por venir medio enlodado a la casa en ese entonces, sus abuelos Santos Vílchez y Segundo Cienfuegos lo alentaban a que siga sus sueños, aunque nunca imaginaron que aquellas ‘pichangas’ serían el inicio de una carrera que los llevaría a estar en el club del que don Cienfuegos es hincha hasta la actualidad.

Para su adolescencia, Yordi vistió los colores del equipo de sus distrito, el Defensor Bigote, con el que debutó en la Copa Perú a los 14 años, siendo este el inicio de muchos partidos. “Cuando jugaba con mi familia en mi pueblo, con mi mamá y mis tías haciéndome barra. Mientras fui subiendo de nivel, ya no era en mi pueblo, sino en ciudades, con estadios llenos, medirme con jugadores con más experiencia y roce”, rememora con cierta nostalgia, ahora que es buscado con frecuencia para que cuente sus impresiones de vestir la camiseta blanquiazul.

Yordi Vílchez arrancó su carrera futbolística en su natal San Juan de Bigote (Piura). (Foto: Instagram)
Yordi Vílchez arrancó su carrera futbolística en su natal San Juan de Bigote (Piura). (Foto: Instagram)

Defensa de un sueño

se veía a sí mismo como el mejor en el campo, aunque su decisión de ser defensa no fue resultado de una anécdota como la de muchos futbolistas en el Perú como en el extranjero. “En el colegio yo jugaba de ‘9’ o de ‘6’ y hacía muchos anotaciones, pero también nos marcaban a nosotros y decía ‘yo no quiero que me marquen goles’. Desde allí comencé a jugar de defensa”.

El profesor Ramírez Cubas le vio condiciones, cuando vestía la camiseta de Defensor Bigote, por lo que lo jaló para que sea central en Atlético Grau y luego en Caimanes de Puerto Eten. Si bien tenía un buen porvenir en la Copa Perú, fue su tío quien lo alentó a que a los 18 años, su meta sea llegar a la Primera División. No había otra forma, ni camino, tenía que llegar para consolidarse como deportista.

Mi tío, Juan Zurita me orientó y trató de aconsejarme para que no sienta esa presión de golpe, ante algo nuevo que me iba a pasar. Me ayudó mucho en mis inicios. Él fue quien me dijo que debía debutar a los 18 años o estar en un plantel profesional a esa edad, sino debía buscar otro camino a seguir”, señaló Yordi, quien confesó que dejó de lados las ofertas de Copa Perú para pelear por un puesto en el Descentralizado.

Jordi Vílchez cuando vistió la camiseta de Juan Aurich, su primer equipo de la máxima división. (Foto: Instagram)
Jordi Vílchez cuando vistió la camiseta de Juan Aurich, su primer equipo de la máxima división. (Foto: Instagram)

Un amor escondido

Con su llegada a Juan Aurich, Jordi Vílchez comenzó a demostrar sus cualidades en un entorno más complejo, pero beneficioso. Cada partido lo llevó a estar cada vez más cerca de la gloria, llegando a debutar en la Copa Libertadores a los 20 años junto al ‘Ciclón’. Sin embargo, pese a estas alegrías había algo que no podía dejar de hacer: estar atento a los resultados de .

Todos los años mi ‘papá' Segundo siempre me llamaba después de los partidos de Alianza, porque sabía que yo los veía. Cuando perdía no me llamaba, pero yo sí a él. ‘Qué se va a hacer, pues, cholo. Así es el fútbol. Cuando tú estés allí, va a ser otra cosa’, me decía en broma y al final, gracias a Dios, se dio la oportunidad”, admite el defensa, quien ahora sabe que el sueño de su abuelo y el suyo se cumplió.

Por ello, no fue sorpresa que al primero en llamar para avisar la noticia sea su abuelo Segundo. “Luego de que mi representante me diera la noticia, llamé a mi abuelo. Le digo: ‘Papá, Alianza ha hecho una propuesta para que firme por ellos’ y me dice ‘Anda.. Calla, hombre’. Cuando ya asimiló que era verdad me deseó lo mejor y que espera que me quede allí. Él y yo seguíamos emocionados”, manifiesta Yordi con alegría, de saber que se estaban realizando sus metas.

Pérdidas

La noticia de su fichaje fue celebrado por la familia, por los amigos del barrio y también por los amigos de Yordi. Sin embargo, hubo quien no pudo llegar a conocer el inicio de esta nueva aventura. Uno de sus hinchas más queridos, su abuelo paterno Santos Vílchez no pudo ver el anuncio de su nieto, el primer jugador profesional del distrito, como la nueva incorporación de .

En el 2020, perdí a mi abuelo, el que me crío y a quien adoraba un montón. Ese fue el golpe más fuerte que pude tener, incluso más que mi lesión. Yo admiraba mucho a mi abuelo por su carácter, si bien era una persona seria que nunca ha tenido problemas con nadie en mi pueblo, siempre fue un caballero”, A la pérdida de su abuelo se le sumó la para de casi cuatro meses en su carrera, debido a que tuvo que ser operado por un desgarro del ligamento interior. Ello lo impulsó a seguir peleando por sus sueños y prepararse para su revancha, una en la que ahora vestirá los colores del equipo de sus amores en busca de la gloria.


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