Horacio tiene quince años, juega en las inferiores de San Lorenzo, es un enfermo de la Albiceleste, pero al igual que muchos ‘pibes’ de su generación, se ha acostumbrado a ver a la selección argentina recibir la medalla de plata cada vez que llega a una final. Le ha pasado ante Dinamarca, Brasil, Alemania y recientemente ante Chile. La maldición lleva casi un cuarto de siglo y ni siquiera el hecho de contar con el mejor jugador del mundo ha ayudado a romperla. Ya lo diría el propio Lionel Messi: “Es increíble, pero no se da”.
Han pasado casi cuatro años desde que Argentina vivió su ‘Maracanazo’ ante los alemanes y las esperanzas por consagrarse en Rusia 2018 han vuelto a nacer. Tras llevarse un gran susto en las Eliminatorias, Jorge Sampaoli ha entendido que, pese a sus convicciones ‘bielsistas’, a veces hay que ser maleable en los ideales y es así que, a menos de cuatro de meses de debutar ante Islandia, ya vislumbra el juego de sus pupilos en el Mundial de este año. ¿Cómo lo harán entonces?
Desde que el ‘Hombrecito’ llegó al banquillo de los ‘ches’, el esquema argentino se ha caracterizado por alinear con un 3-4-2-1. Así jugó ante Uruguay, Venezuela y Ecuador. Salvo en el partido ante Perú en la cancha de Boca, Sampaoli apostó por el 4-2-3-1. La idea, tal como demostró en amistosos posteriores ante Rusia y Nigeria, es basarse en la primera opción. La línea de tres en el fondo es su sello registrado. Gabriel Mercado va por el lateral derecho, Javier Mascherano funge de único central y la línea defensiva se completa con Nicolás Otamendi como lateral izquierdo.
El jugador del Sevilla se caracteriza por su buena salida con el balón. Además, también puede actuar de central, función que pasará a ocupar cuando Sampaoli decida cambiar la línea de tres por una de cuatro. Respecto a Mascherano, el ‘Jefecito’ tiene amplia solvencia defensiva. En el Barcelona y con la Albiceleste ha demostrado que se las arregla actuando de defensor central, sin embargo, uno de sus puntos débiles es la estatura. Lo mismo ocurre con Otamendi. El crack del City es un fijo para Sampaoli, pero cuando se trata del juego aéreo, ambos ponen nerviosos a los hinchas de la selección de Argentina.
Es precisamente la crítica que hace el periodista argentino Pablo Bari. En conversación con este diario, el también comentarista de FOX Sports señala que uno de los puntos flacos del tridente defensivo de la Albiceleste es la talla. “La debilidad de Argentina pasa por la parte defensiva. Es un seleccionado que tiene jugadores muy bajitos que les cuesta rechazar de cabeza en la pelota parada”, explicó Bari sobre la propuesta defensiva que prácticamente Sampaoli ya tiene definida. “En definitiva deberá cambiar en algunos partidos porque cuando juegue con seleccionados más fuertes la va a pasar mal”, agregó.
Siempre con la idea de ser protagonista con un juego ofensivo y la posesión de pelota como aliada, Sampaoli acostumbra, al menos así lo hizo en los últimos cuatro partidos oficiales que disputó en las pasadas Eliminatorias, a armar sus alineaciones con cuatro volantes. Sin embargo, los nombres han cambiado demasiado. A diferencia de la zona defensiva, no parece que el ‘Hombrecito’ tenga fijos en el mediocampo, pero sí un par que se han ganado su confianza y la preferencia de los hinchas.
El primero es Ever Banega, jugador de Sevilla que cuenta con buen posicionamiento en el campo. Su excelente técnica, recuperación del balón y lectura del juego lo convierte en un indiscutible para la mitad de la cancha. Similares características comparte Lucas Biglia, otro habitual en la volante de la selección de Argentina. El jugador de la Lazio es una pieza clave por su sentido táctico y porque remedia el desequilibrio entre líneas. Además, tiene claro el concepto de transición defensa-ataque. Dependiendo del esquema que Sampaoli vaya a usar en Rusia 2018, una de las sorpresas para completar el medio sería la inclusión de Giovani Lo Celso, hombre del PSG.
La situación de Argentina en lo que respecta a su ataque es un tema complicado de entender. Mucho más de lo que se piensa. Tiene a los mejores del mundo adelante, no obstante, el promedio de gol es bajo. Así quedó demostrado en la tabla de las Eliminatorias, en la que la Albiceleste solo marcó 19 goles en 18 partidos. Para el Mundial de Rusia, Messi será el eje del ataque. Según las pretensiones de Sampaoli, jugará entre Di María y Pavón, tal como ha estado pasando en los últimos partidos oficiales.
Todo hace indicar que la idea de Sampaoli de jugar con Sergio Agüero de centrodelantero es irreversible. El crack del Manchester City tiene toda la confianza de Don Jorge, aunque no se descarta que en algún partido vaya a contar con Gonzalo Higuaín. El discutido goleador de la Juventus ha vuelto a las convocatorias y tal como ha explicado el entrenador, forma parte de ese plantel mundialista que está definido al 80%. ¿Podrá el ‘Pipita’ cobrarse su revancha en este Mundial? Veamos lo que depara la Copa de la FIFA para los argentinos.