¿Quién no ha disfrutado de una hamburguesa para aplacar un antojo nocturno? Y mejor aún, si la comes al día siguiente después de recalentarla por 30 segundos en el microondas; sin embargo, ¿te imaginas cómo luciría si estuviera guardada por más de 20 años?
Sorprendentemente, la respuesta es no tan mal como uno pensara. Un video que se volvió viral en Facebook recopila la historia de un hombre en Estados Unidos que compró uno de estos bocadillos de una conocida cadena de restaurantes de comida rápida.
De acuerdo a la televisora KUTV, David Whipple compró una hamburguesa del local de McDonald’s de la ciudad de Logan, en Utah, a 79 centavos, y por alguna extraña razón la dejó olvidada en el bolsillo de un abrigo, en el que se mantuvo por un tiempo.
“El abrigo fue arrojado a la parte trasera de mi van y creo que terminó en el armario de nuestra casa en Logan. Posteriormente nos mudamos a St. George, Utah, y permaneció allí por un par de años hasta que mi esposa lo encontró cuando iba a regalarlo o algo así”, dijo.
Cuando volvió a reunirse con su “tesoro”, Whipple decidió conservarla y ver cómo se deterioraría con el tiempo. Y ahora, más de 20 años después, la hamburguesa no parece ni tener una semana de antigüedad a excepción del pepinillo, que se desintegró por completo.
Pero, ¿qué acontecía en Estados Unidos en 1999? Bill Clinton se salvó de ser destituido como presidente, Cher ponía a todos a bailar con su éxito ‘Believe’, MySpace era la red social del momento y el Episodio I de Star Wars lideraba la taquilla.
En 2013, la noticia de la hamburguesa de 14 años en aquel entonces en buen estado de conservación salió a la luz y fue el noticiero KUTV 2 News que cubrió la historia para su canal de YouTube, que llegó a acumular más de 10 millones de visitas.
Desde ese momento, David Whipple mantuvo la hamburguesa dentro del recipiente de hojalata y no la volvió a abrir hasta que se lo pidió un equipo del mencionado espacio periodístico lo visitó en su nueva casa.
En el interior se hallaba la bolsa de papel en la que vino la hamburguesa, así como el envoltorio que empezaba a deteriorarse. Lo increíble es que el bocadillo permanecía intacto, aunque con un cierto olor a cartón.
“¡Santo cielo! No ha cambiado en absoluto. El pepinillo es lo único que se ha desintegrado. Este es el recibo que tuve que plastificar para que no se desintegrara”, se le oye decir a David en el video que KUTV 2 News compartió en su página de Facebook.
“Esta es una hamburguesa de un millón de dólares. Quizá el museo Smithsoniano quiera tenerla”, bromeó sobre el antiguo bocadillo, que nadie sabe a ciencia cierta cuál sería su valor pero que su propietario espera que sea más de los 79 centavos que pagó originalmente.