La siguiente historia ha dado mucho de qué hablar en Twitter ¿Qué sucedió? Un hombre de México aseguró en esta red social que una reconocida aerolínea no le permitió abordar un vuelo de emergencia a su perrita, argumentando que tenía sobrepeso, tras lo cual su relato se hizo tendencia, generando mucho apoyo e indignación entre los usuarios.
Ramona, prohibida de volar
La protagonista de este relato se llama Ramona, la cual tiene su propia cuenta en la mencionada plataforma virtual (que es administrada por su dueño), espacio donde denunció el maltrato que sufrieron de la aerolínea Volaris.
En los hilos de Twitter, la mascotita nos cuenta lo que sucedió, cuyo incidente se originó a causa de una supuesta falla en el servicio de esta empresa: el peso del animal: “Me discriminaron por gorda, solo porque pesé 31 kilos”, tras lo cual agrega que el personal no le dio solución a su problema.
Una enfermedad que le cambió la vida
Pronto, nos enteramos la enfermedad que aqueja a la perrita, siendo este factor lo que le impidió abordar el avión: “Pero, ahora que engordé porque soy viejita y tengo hipotiroidismo ya no me dejan”, revelando que su estado físico, con el paso del tiempo, como es natural, ya no es el mismo que antaño.
En otro tweet, Ramona nos detalla el trato que les dio el personal de la aerolínea: “Solo me ofrecieron un reembolso, eso no resuelve el problema de tener que ir a Ciudad de México mañana y volver el mismo día. No es un viaje de placer, es una urgencia. Discriminan a la perrita por gorda”.
Urgidos de viajar al DF
Tras esto, la mascota nos cuenta que podrían ir hasta la capital mexicana en auto, pero hay apuros en llegar lo antes posible: “Podríamos manejar sin problema, créanme amigos, a mi más que a nadie le gusta asomar la cabeza en un roadtrip. Pero, esta vez mi papá tiene que estar en DF mañana mismo y volver por causas de fuerza mayor. Déjenme volar”.
Una vez que la historia de Ramona se hiciera viral y su relato rebotara en diversos medios mexicanos, la perrita contó cómo ha cambiado su condición con los años, pero que aún es un gran apoyo para su papá humano: “Es que antes sí podía hacer mi trabajo, era joven y esbelta. Ahora, que ya tengo casi 10 años engordé poquito, pero sigo dándole todo el apoyo emocional o más que mi papá necesita”.
En horas de la mañana del 16 de junio, la perrita actualizó su caso respecto a las acciones con la aerolínea: “Aún no nos resuelven nada. Volaris quiere que mi papá me tire a la basura y se compre otro perro de apoyo emocional más joven y delgado”.
Ramona todavía sueña con volar
Nuestra amiga de cuatro patas volvió a recalcar el hecho de sentirse discriminada por su peso: “No me dejaste subir a tu avión, con todo y que traje mis papeles, en regla y al día. No era un viaje de placer, era una emergencia y ahora no sabemos qué hacer”.
Finalmente, la perrita y su dueño no se rinden y se han trasladado a otra ciudad esperando que desde dicho lugar podrán abordar un vuelo rumbo a la capital: “Nos vamos en coche a Mazatlán. A ver si desde allí sí nos dejan subir al avión”, sentenció.