En medio del dolor de perder a un ser querido, María Celeste Arrarás recibió la devastadora noticia de la muerte de su pareja, Raúl Quintero, el 2 de mayo de 2024. La periodista puertorriqueña se encontraba de viaje en Madrid cuando recibió la trágica noticia, viéndose obligada a regresar rápidamente a Miami para enfrentar la realidad de su pérdida. Sin embargo, en esos momentos finales, Raúl no estuvo solo; una figura cercana y significativa estuvo a su lado, brindándole consuelo en sus últimos suspiros. Ahora desvelaremos quién fue esa persona que compartió esos momentos con el empresario de ascendencia venezolana.
Durante catorce años, María Celeste Arrarás y Raúl Quintero compartieron una relación que trascendió lo personal y lo profesional. Juntos, construyeron una vida en la que no solo compartían amor, sino también la crianza de los hijos de la reconocida presentadora de televisión.
Aunque su historia estuvo marcada por momentos de tensión, incluyendo denuncias por violencia doméstica, la pareja permaneció unida, enfrentando juntos cada desafío que la vida les presentaba. Por ello, la noticia de la muerte de Raúl Quintero fue un golpe abrumador para María Celeste.
“Con profunda tristeza comparto la repentina muerte de mi pareja, Raúl, quien falleció de un infarto fulminante mientras se ejercitaba”, escribió en una publicación en su honor en su cuenta de Instagram, lo que confirmó la primicia de La Vibra. “Es increíble como una persona tan positiva y llena de vida, una persona que nos dio tanto…se haya ido de un momento para otro. Es difícil de asimilar. Este es, sin duda, mi post más doloroso”.
LA ÚLTIMA COMPAÑÍA DE RAÚL QUINTERO AL MOMENTO DE SU MUERTE
En el oscuro y angustioso momento en que Raúl Quintero se debatía entre la vida y la muerte, solo una figura se mantenía a su lado: Lara Giuiliana Arvesu, la hija de María Celeste Arrarás. La noticia, envuelta en un halo de tragedia, fue revelada por Lili Estefan durante el programa “El gordo y la flaca” de Univision.
“Justo fue su hija Lara la que se montó en la ambulancia hoy en la mañana, tratando de salvar al que entre comillas fuese su padrastro, un hombre que sus hijos quisieron mucho”, dijo el mismo jueves 2 de mayo.
Mientras Raúl luchaba por aferrarse a un hilo de esperanza, María Celeste se encontraba lejos, en Madrid, ajena al inminente desenlace, ya que fue a presenciar un torneo de tenis, pero sus planes cambiaron drásticamente.
“María Celeste está tratando de montarse en un vuelo para estar aquí en los Estados Unidos”, agregó Lili Estefan.
Raúl Quintero había sido más que un compañero para María Celeste; durante casi catorce años, había sido una parte vital de su familia, querido como un padre por Lara y Adrián. Días antes de su fallecimiento, incluso acompañó a este último durante su graduación y compartieron un momento de alegría.