Pelotazo largo de Yotún y comienza una carrera endiablada. Hombro a hombro, mete una zancada de leopardo y deja tirado a revolcándose en el césped. Golazo del 'Depredador'. se ponía 1-1 en Lima y después ganaría 2-1. El gato y el ratón parte dos. Fue el 28 de marzo de 2017 en el estadio Nacional. Decimocuarta fecha de la eliminatoria sudamericana al Mundial 2018. llegaba segunda, mientras que la 'Bicolor' penaban en la octava posición, lejos del quinto lugar que daba posibilidad al repechaje.

Uruguay silenció a los 35.200 espectadores con un gol de Carlos Sánchez a los 30 minutos. Pero la respuesta de un Perú que lucía superior, pese al pestañeo que se permitió, vino de inmediato con el pelotazo de Yoshimar Yotún. La pelota viajó de campo a campo y picó justo antes del inicio del área grande. Guerrero jugaba para el Flamengo, Godín por ese entonces era considerado uno de los mejores defensores centrales del mundo.

La jugada no duró más de 10 segundos. Ambos capitanes se enfrascaron en una carrera mortífera. Pero Guerrero convertido en un huracán le sacó ventaja y el del Atlético de Madrid desesperado intentó derribarlo tirándole su humanidad. No hubo forma. Eñ peruano arrasó entrando al área, desparramó al 'Faraón' y fusiló a Muslera con un disparo fuerte al palo izquierdo que cubría el guardameta. Golazo del 'Depredador', otra vez.

El de este sábado en Salvador en la Arena Fonte Nova por los cuartos de final de la será la segunda parte de ese fascinante duelo al que le hizo falta más minutos en aquella noche limeña. La 'Celeste' llega pisando fuerte al vencer al bicampeón Chile (1-0) en el Maracaná, en su último partido de la fase de grupos, mientras que la Selección Peruana se pegó de cara con su similar de Brasil al ser humillado en Sao Paulo con un terrible 5-0 que hasta ahora duele.

Este será el sexto partido en el que estén Guerrero y Godín cara a cara. El primer duelo fue en una Copa América, en Venezuela-2007, donde justamente el peruano marcó su primer gol en el torneo de selecciones de la Conmebol, en la victoria. Ahora, Brasil vuelve a cruzar sus caminos. Ambas selecciones llegan con presentes distintos, pero donde está Guerrero siempre hay peligro. Eso lo sabe de sobra Godín. Por eso el del sábado será algo así como el juego del gato y el ratón.




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