No fue un triunfo para reventar cuetes ni para hacer un tonazo, pero tampoco para menospreciarlo. , así haya jugado en el último Mundial, no está para mirar por encima del hombro a nadie. Y menos a los ‘ticos’, que nos habían ganado en noviembre del año pasado.

De hecho, el partido sirvió, como el carácter de amistoso lo indica, para hacer pruebas. Más allá del resultado, creo que ahí también ganó Ricardo Gareca. ‘Canchita’, por ejemplo, jugó al lado de Tapia y lo hizo bien: fue aplicado en la marca, distribuyó balón con criterio cuando la jugada lo pedía y hasta tuvo tiempo para rematar al arco. Demostró que es una buena opción para reemplazar a Yotun.

Arriba, Raúl Ruidíaz tuvo un primer tiempo sin convencer, pero en el segundo levantó. Está claro que se siente mejor jugando al lado de Paolo, que cuando le dan la responsabilidad de reemplazarlo. Pero le sigue faltando con la bicolor lo que más alimenta a un delantero: goles.

La pareja de zagueros centrales sí dejó dudas. Es comprensible, pues es la tercera vez que Araujo y Abram juegan juntos. En general, perdieron los mano a mano con los delanteros visitantes y no tuvieron una salida limpia, algo que es vital en el esquema del ‘Tigre’. En ese aspecto, se extraña la presencia del ‘Mudo’ Rodríguez. De Paolo ya sabemos lo que puede dar, más allá de que no haya brillado.

Otra cosa que hace positiva la prueba de anoche es que, en el segundo tiempo, Perú probó otros esquemas: el 4-4- 2 y el 5-3-2. Ojo, el ensayo fue con la ‘Pulga’ y Guerrero en ataque, pero en la Copa América se puede convertir en la dupla Farfán-Paolo. El domingo jugamos con Colombia, un rival de más nivel. La idea es seguir probando y afinar detalles. Lo de anoche no da para reventar cuetes, pero sí para seguir trabajando.






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