Cuando el Rally Dakar todavía se corría en tierras africanas, eran apenas un puñado de cuatrimotos las que se veían en la largada. Pero esa historia cambió cuando el rally más extremo del mundo se mudó a Sudamérica, pues cada vez más los pilotos de quads se animan a competir entre las más complicadas dunas del continente.
Aparte de los cinco títulos en la categoría que se reparten los hermanos Patronelli, cabe destacar la nutrida representación sudamericana en los primeros puestos, al haber ocupado 18 puestos en los podios finales del rally desde que la prueba ha atravesado el Atlántico. Este año, se han inscrito 30 pilotos sudamericanos, listos para tomar la salida del Dakar.
Una vez más, no faltan los claros pretendientes al título, pese a la ausencia de los Patronelli. Para empezar está el ganador del 2014, Ignacio Casale, con el CV más impresionante. El piloto chileno, con algún problema físico el año pasado, lograba pese a todo, plantarle cara a Serguei Karyakin y finalizaba segundo en Buenos Aires.
Desde entonces, ha logrado imponerse en la Baja Atacama frente a parte de sus futuros rivales y ha podido rematar su preparación en buenas condiciones. Casale deberá lidiar en su camino a la meta con vecinos argentinos de primer nivel, como Pablo Copetti (tercero en 2017) y el siempre joven Jeremías González (segundo en 2015).
Los bolivianos tampoco se quedan cortos con su abanderado Walter Nosiglia, tercero en 2016 y dos veces campeón de etapa el pasado mes de enero. Y Perú, que regresa al recorrido del Dakar, podría destacar de nuevo también en la clasificación, como hiciera Ignacio Flores al adjudicarse la primera etapa del Dakar en 2013: se convierte, una vez más, en claro aspirante, junto con su compatriota Alexis Hernández (octavo en 2017).
Pese al dominio global de los sudamericanos, tres pilotos europeos se han impuesto desde 2009: el checo Josef Machacek, el polaco Rafal Sonik y el ruso Serguéi Karyakin. El primero se ha tomado un respiro y no ha logrado encontrar de nuevo la regularidad que le había permitido imponerse en cinco ocasiones en total, pero los otros dos participarán en la pugna.
Ese será precisamente el desafío de los dos pilotos de quads franceses que causaron impresión en la última edición: Simon Vitse, que ocupaba la cabeza de la general a mitad de carrera antes de tener que abandonar, así como Axel Durie, 5º en su primer Dakar. Sin embargo, el peligro para los hispanohablantes podría venir de los Países Bajos, con el campeón del mundo Kees Koolen, ganador el año pasado de su primera etapa, así como el expiloto de motos Bastiaan Nijen-Twilhaar. (Chisac)