Otra final, mismo resultado. Chile volvió a triunfar en una definición por penales para conquistar su segundo título consecutivo de la Copa América Centenario, nuevamente frente a una Argentina que llegará a un cuarto de siglo sin levantar un trofeo con su selección de mayores.
Después de 120 minutos sin goles, Chile se impuso 4-2 desde los 12 pasos el domingo en la final de la Copa América Centenario. Lionel Messi mandó su remate a las gradas. 'La Roja' salió airoso por la misma vía el año pasado en la final contra Argentina, en un encuentro que tampoco tuvo goles.
Para Messi y la Albiceleste, es la tercera final perdida en años sucesivos y la cuarta desde que el astro del Barcelona juega con la selección mayor: cayeron 3-0 frente a Brasil en la Copa América de 2007, 1-0 contra Alemania en el Mundial de 2014 y ante Chile el año pasado. Cuatro partidos decisivos en los que Argentina no metió un solo gol.
Y, al igual que en 2014 y 2015, Gonzalo Higuaín falló un gol cantado que hubiese inclinado la balanza. En esta ocasión, fue a los 21 minutos, cuando encaró al portero Claudio Bravo en un mano a mano y mandó la pelota desviada.
Argentina no gana un título de mayores desde la Copa América de 1993, cuando Messi tenía seis años y apenas daba sus primeros pasos en las inferiores de Newell's Old Boys en Rosario. Su próxima oportunidad será el Mundial de 2018 en Rusia, cuando se cumplirán 25 años desde aquella conquista.
Chile. Bravo; Beausejour, Medel, Jara, Isla; Vidal, Aranguiz, DÍaz; Fuenzalida, Sánchez, Vargas.
Argentina. Romero; Rojo, Otamendi, Funes Mori, Mercado; Banega, Mascherano, Biglia; Messi, Higuaín, Di Maria
Desde que se abrieron las puertas del MetLife Stadium de New Jersey miles de hinchas argentinos, chilenos y de otros países empezaron a llegar al recinto. Ambas selecciones se presentaron aproximadamente dos horas antes del partido para tener el tiempo suficiente de vestirse, calentar y jugar.
Por un lado está el equipo del 'Tata' Martino, el principal aspirante, que llega a su tercera final en los últimos tres años con el imperativo de levantar un trofeo que ratifique la jerarquía de una generación dorada de futbolistas comandada por Lionel Messi.
Y por el otro aparece Chile, monarca actual del fútbol sudamericano, que después de obtener el primer título de su historia quiere dejar claro que se ha hecho un hueco en la elite mundial por méritos propios.
Argentina llega al último partido con una trayectoria inmaculada. Cinco triunfos en otros tantos duelos, dieciocho tantos a favor y solo dos en contra. Los muchachos que dirige Gerardo Martino no han pasado apuros en todo el torneo. Tan sólo se vieron superados durante un cuarto de hora en cuartos de final contra Venezuela.
La selección argentina cuenta entre sus filas con un Lionel Messi encendido y en estado de gracia, que ha mostrado buena parte de su repertorio con cinco goles y cinco asistencias, escoltado por el siempre oportuno Gonzalo Higuaín, autor de cuatro dianas.
Las lesiones han sido el único punto negro de los argentinos. Las bajas de Ezequiel Lavezzi, Nicolás Gaitán y Ángel di María, que es poco probable que se recupere a tiempo, dejan como única opción a Erik Lamela para el carril izquierdo del ataque argentino. También están tocados Éver Banega y Marcos Rojo, aunque Martino los forzará para incluirlos en el equipo titular.
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Chile llega a la final desprovisto de la presión que se autoimpuso el año pasado por ser el anfitrión y por la necesidad de ganar el primer torneo continental para el país.
No obstante, para los propios jugadores, una victoria sobre Argentina sí adquiere un valor emocional, ya que demostraría que el título de 2015 no fue una mera casualidad aparejada a su condición de local.
Una de las mejores virtudes del equipo es la presión tenaz que ejerce en todos los sectores del campo, sobre todo en la zona central, donde se hace fuerte Arturo Vidal, un futbolista con dotes de mando, visión de juego y un gran despliegue físico.
La delantera tiene calidad y velocidad, con un Eduardo Vargas con la puntería afinada y un Alexis Sánchez que está jugando un papel fundamental en cada una de las victorias de Chile.
En la Copa América Centenario la selección chilena de fútbol ha ido de menos a más, perdió con Argentina en su debut y después ganó con autoridad a Bolivia y Panamá para terminar segunda del grupo D.
En los cuartos de final, propinó a México una goleada de indeleble recuerdo (7-0) y después, sin contar con Vidal, tumbó a Colombia por 2-0 con un comienzo de juego arrollador y sin pasar apuros defensivos.
A la final, el equipo de Pizzi llega con todos sus titulares a punto y su única baja es la de Pedro Pablo Hernández, quien sustituyó a Vidal en la semifinal y ha sufrido un esguince de rodilla.
Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori, Marcos Rojo; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Éver Banega; Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Erik Lamela.
Chile: Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour; Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Arturo Vidal; José Pedro Fuenzalida, Eduardo Vargas y Alexis Sánchez.
EN VIDEO: Lionel Messi cumple 29 años a puro fútbol.
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