El partido entre Boca y River aún está en veremos. Las lluvias torrenciales que han azotado la capital argentina han puesto en duda esta histórica final de la Copa Libertadores 2018, y afectado de gran manera los alrededores de La Bombonera. Estos ahora lucen totalmente inundados.
Todo está listo para "el partido de los sueños", como lo definió el exseleccionador argentino y entrenador de Leeds United de Inglaterra, Marcelo Bielsa, pero las adversas condiciones climáticas en Buenos Aires pueden demorar el inicio por unas horas o directamente posponerlo, lo que pone a los hinchas al borde del infarto.
Se esperaba que a las 14H00 locales (17H00 GMT), tres horas antes del inicio del partido, la Conmebol anunciara su decisión pero un nuevo diluvio que cayó poco antes sobre el barrio de la Boca y toda la capital, demoró la decisión.
De todos modos, las puertas del estadio La Bombonera se abrieron pasadas las 13H00 locales (17H00 GMT), hora prevista para que ingresara el público previendo que unas 53.000 personas acudirán a la mítica cancha para asistir a la histórica final.
Del mismo modo, desde el estadio Monumental, en el norte de la ciudad, partió en el horario previsto el ómnibus con el plantel de River, aclamado y alentado por miles de hinchas 'millonarios', que acompañaron la partida, impedidos de asistir a la Bombonera por cuestiones de seguridad.
Si las condiciones climáticas mejoran y el césped de la Bombonera drena el agua, el país se paralizará al comenzar el juego ¿a las 17H00 locales (20H00 GMT)? en un ambiente cargado de nervios, excitación, euforia y ¿por qué no?, miedo a perder.
Se ha desatado una locura futbolera pocas veces vista. La revancha será el 24 de noviembre, a la misma hora, en el Monumental de los 'millonarios' de la banda roja.