El poderío de un país a nivel futbolístico se ve reflejado en los torneos internacionales. La Copa Libertadores es un termómetro perfecto para medir el nivel de los clubes, el trabajo del campeonato local y las principales falencias.
Como viene sucediendo hace mucho tiempo, Perú y Venezuela integran los últimos lugares en este tipo de competiciones. Sus participaciones son muy pobres en este tipo de torneos internacionales.
Otro cantar es lo que pasa en Brasil. Seis de los ocho equipos que llegaron a la fase de grupos han conseguido clasificar a octavos de final. También se ve la mejoría de Bolivia, quien viene realizando buenas actuaciones hace ya algunos años.