Tenía cuatro años. En la edad en la que todos sus amigos solían jugar al fútbol en las calles de Lomé, en Togo, el pequeño Emmanuel ni siquiera podía caminar por un problema congénito. Su madre intentó de todo, pero no conseguía que diera sus primeros pasos. Incluso, viajó a distintos países de África en busca de soluciones, pero nada.
“Mi madre se vio obligada a acudir a una iglesia en Togo en la que el sacerdote le dijo que iba a rezar por mí durante una semana. Si transcurrido ese tiempo no caminaba, le aseguró que jamás lo haría”, relató, por más irreal que parezca, Emmanuel Adebayor, el ahora fichaje estrella del Olimpia de Paraguay, en una entrevista con “Arsenal TV”, cuando jugaba en el equipo 'gunner’.
“Empezaron a rezar el sábado pasada la medianoche. Durante toda la semana no caminé. Mi madre estaba llorando. Para ella, todo había terminado. Me había llevado a todas partes y nada había funcionado. Yo estaba en la iglesia y, hacia las nueve o las diez del domingo por la mañana, escuché a los niños jugando fuera. De repente, alguien pateó el balón hacia la iglesia. Y la primera persona que se levantó y corrió fui yo, porque quería coger la pelota”, siguió su relato.
Desde aquella milagrosa mañana, Adebayor agradece a Dios ser quien es: “Todo lo que tengo en la vida lo ha puesto Dios en mis manos. Rezo cada noche antes de acostarme y cada mañana. No hay nada más importante para mí que Dios”.
La historia del delantero togolés parece ficticia, casi similar a su llegada a un club sudamericano que disputará la Copa Libertadores 2020. Pero es real. El africano jugará por el ‘Decano’ y ya hizo historia en el fútbol paraguayo con la campaña de marketing realizada con su fichaje.
Hace una semana, el presidente del club, Marco Trovato, señaló que para concretar la contratación de Adebayor se necesitaban 20 mil socios nuevos. Unas horas más tarde, el propio delantero publicó un vídeo pidiendo que se hagan aportantes. “Hola, soy Emmanuel Adebayor, hazte socio para poder vernos pronto en Olimpia”, señaló en un vídeo publicado en las redes sociales del ‘Decano’.
Solo bastaron unos días para que cerca de 15 mil hinchas se hagan socios de Olimpia. Cuando el fútbol, como negocio, es directamente proporcional al amor de la hinchada, está bien.
Pero, ¿por qué la contratación de Emmanuel Adebayor será uno de las más grandes en Paraguay?
Solo basta con repasar su CV: Nacido en Togo, el 26 de febrero de 1984, formó parte del último plantel del Mónaco que llegó hasta una final de Champions (2005-06). Luego, caló en el Arsenal de Arsene Wenger (marcó más de cien goles) y en el Manchester City, ambos en la Premier League. En el 2011 fue fichado por el Real Madrid a pedido de José Mourinho y ganó su primer título: Copa del Rey 2011 frente al Barcelona de Pep. Después volvió a Inglaterra para vestir las camisetas del Tottenham (2012-2015) y Crystal Palace (2015-2016). Y en los últimos cuatro años estuvo jugando en Turquía: Estambul Besaksehir (2016-2019) y Kayserispo (2019-20). Además, fue Balón de Oro Africano en el 2008 y Mejor futbolista togolés cuatro años seguidos: del 2005 al 2008.
Calvario familiar e intento de suicidio
Pero más allá de tener una carrera envidiable en el fútbol, Adebayor no la pasó bien fuera de las canchas. En 2015 contó a través de las redes sociales el calvario que vivió por culpa de su familia, que se aprovechó de su fama y su dinero al punto de maltratarlo constantemente: tan grave fue, que reconoció que en varias oportunidades pensó en quitarse la vida.
“He guardado mi historia por más de 11 años, pero si me muero nadie la conocerá y nadie aprenderá la lección”, comenzó en el escrito donde contó, por ejemplo, que cuando jugaba en Francia una vez se despertó de la siesta con un cuchillo en el cuello: eran sus hermanos quienes lo estaban gritando e insultando. Eso no fue todo: hace un tiempo le compró una casa -por no decir una mansión- a una de sus hermanas, para que la usara también otro de sus hermanos. El delantero invirtió 1,2 millones de dólares para el hogar de 15 habitaciones: a las vacaciones siguientes, cuando fue a visitarlos, se encontró con que la hermana había echado al hermano para alquilar las habitaciones.
¿Más? El hermano que alguna vez estuvo a punto de apuñalarlo, años más tarde le pidió dinero para iniciar un supuesto negocio en Alemania. “Solo Dios sabe cuánto le di... ¿Dónde está ese dinero?”, se preguntó Adebayor, que también contó que quiso meter a su hermano menor en el mundo del fútbol: “Pasados unos meses, le había robado el celular a 21 de los 27 compañeros del plantel”. Para el cierre, reveló que cuando juntó a toda su familia para enderezar la situación, sus parientes le exigieron una casa y un sueldo para cada uno. “Sigo vivo, pero ellos ya se han repartido mis bienes por si muero”, cerró.