El capitán de Boca Juniors, Pablo Pérez, fue uno de los más afectados tras los ataques que recibió el bus 'Xeneize' que se trasladaba al Estadio Monumental para la final de vuelta contra River Plate por la Copa Libertadores 2018.
Al volante le lastimaron el ojo izquierdo, y lució un parche que evidenciada la agresión. "Tengo un poco irritado el ojo. Nada más. Me siento dolido", afirmó Pablo Pérez en la salida de Boca Juniors del recinto.
Asimismo, Pérez comparó la situación con una guerra. "Esto tenía que ser una fiesta y parecía que veníamos a la guerra", agregó. El bus de los jugadores de Boca Juniors fue atacado por hinchas locales, que rompieron los vidrios con piedras y botellas.
La policía lanzó gas lacrimógeno y eso también afectó a la delegación.
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores 2018, entre River Plate y Boca Juniors, debía jugarse este sábado, pero fue reprogramado para el domingo 25 de noviembre, a las 3:00 p.m. (hora peruana) y dos horas después en Argentina.