Con un día de anticipación. El Presidente de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, llegó a Paraguay para la reunión que sostendrá este martes con su similar de Boca Juniors, Daniel Angelici, y la Conmebol para debatir acerca del futuro que le deparará a la final de vuelta de la Copa Libertadores 2018.
La antesala de la reunión prevista para el martes por la mañana en Asunción entre los presidentes de Boca, Daniel Angelici, de River, Rodolfo D'Onofrio y el de la Conmebol, Alejandro Domínguez, está plagada de conjeturas, rumores, presiones y acusaciones cruzadas.
Boca está firme en el reclamo de que le sean otorgados los puntos en la revancha de la final por la agresión con palos y piedras al autobus que trasladaba a su plantel el sábado al estadio Monumental y que obligó a suspender el encuentro dos veces el fin de semana, tras un empate en la ida 2-2.
En cambio, D'Onofrio, dijo sentirse traicionado al considerar que su homólogo Angelici incumplió "el pacto de caballeros" firmado para que el domingo se jugara el encuentro tras la suspensión que apoyó el dirigente de River un día antes.
Boca se ampara en el artículo 18 del Reglamento que prevé, entre las sanciones más importantes, la "deducción de puntos", la "determinación del resultado de un partido", la "obligación de jugar un partido a puerta cerrada" y "descalificación de competiciones en curso y/o exclusión de futuras competiciones".
En la determinación del resultado o la descalificación quiere hacerse fuerte Boca que, en 2015 fue expulsado del torneo en octavos de final de la Libertadores, precisamente en un partido ante River, cuyos jugadores fueron atacados con gas pimienta a la salida del entretiempo del duelo que se jugó en La Bombonera.