Pablo Pérez fue uno de los más afectados tras los incidentes que no dejaron que la final de Copa Libertadores entre River y Boca se juegue. Astillas de vidrio en el ojo, hicieron que el capitán 'xeneize' tenga que ser llevado a una clínica local.
Este lunes, luego de salir de un nuevo chequeo médico, Pérez fue preguntado por la prensa sobre su estado de salud y lo sucedido el último sábado.
"No puedo jugar en una cancha donde puedo llegar a morir. Si ganábamos y dábamos la vuelta en cancha de ellos, quién me sacaba de ahí", explicó el jugador.
"Es una vergüenza que el médico de la Conmebol haya dicho que estaba bien. El médico de la CONMEBOL nunca me vino a ver. Nunca fue solidario con nosotros".
Sobre los jugadores de River que le escribieron para saber de su estado de salud, Pablo Pérez dijo: "Me escribieron Scocco y Casco por la relación que tenemos".
Un tribunal disciplinario de la Conmebol resolverá el destino de la final de la Copa Libertadores más promocionada de todos los tiempos entre los clásicos rivales argentinos River Plate y Boca Juniors, que se truncó por los graves hechos de violencia registrados el sábado antes del partido.
Es el epílogo de una edición del certamen continental que estuvo plagada de anomalías, reclamos y fallos polémicos justo cuando la entidad sudamericana busca limpiarse de la corrupción que la salpicó en los últimos años.