79 minutos del encuentro en Anfield. Tiro de esquina para Liverpool que cobra Alexander-Arnold. Reacción rápida del lateral y Origi ‘madruga’ a la defensa de Barcelona para marcar el cuarto gol de los ‘Reds’, el que les dio la clasificación a la ansiada final de Champions League. Barcelona había ganado la ida por 3-0 con espectáculo de Lionel Messi y volvía a ver cómo se desvanecía el sueño.
Pasaba una vez más, tal como sucedió en cuartos de final de Champions de la temporada 2017-18 en Roma, con Manolas como protagonista. Messi, Suárez y compañía repasaban una noche que difícilmente se borrará de sus mentes y que pocos veían venir. Pocos, pero no todos.
Así lo reconoció Alisson Becker, portero en ambas ocasiones (Roma y Liverpool), que mantuvo el marcador en cero en los dos partidos de vuelta.
“Sabíamos lo importante que era nuestra fase defensiva. Si concedías un gol estabas prácticamente muerto. Y cuando marcamos el segundo gol, de verdad nos creímos que podíamos hacer un milagro”, dijo el portero para el medio británico, ‘The Independent’.
Ese gol fue fulminante
Un momento crucial. Ese gol terminó por perturbar al equipo de Ernesto Valverde y los jugadores ‘Reds’ lo supieron reconocer, aseguró Becker.
“En ese momento creo que estaban recordando aquel partido contra la Roma. Cuando miré a Messi y Luis Suárez tenían la cabeza baja, con las manos en su pelo, creo que sentían que aquello volvería”, dijo.
“El Barça estaba pensando en ese partido contra la Roma con seguridad. Estarían hablando de eso. Todos los del equipo decían que habían aprendido de esa experiencia y que no volvería a suceder”, añadió.
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