“No tengo nada personal contra Gareth Bale, pero a veces hay que tomar decisiones”. Zinedine Zidane soltó la bomba el sábado por la noche. El partido frente al Bayern Múnich lo había confirmado: el galés no entraba en los planes de su entrenador ni para el primer amistoso de pretemporada. Imposible no recapitular al pasado cuando, en su presentación, Pep Guardiola confirmaba que no contaría con Ronaldinho, Deco ni Samuel Eto’o para su FC Barcelona.
Seis años pasaron para convencerse que el galés no encontraría en Madrid su lugar en el mundo. Más de 100 millones de euros, que lo convirtieron en el fichaje más caro de la historia en su momento, terminaran siendo recordados por momentos puntuales con la camiseta blanca. El pique en Mestalla para ganar la Copa del Rey frente a los ‘azulgranas’, la ‘chalaca’ contra el Liverpool para ganar la decimotercera Champions League o el cabezazo en la prórroga de la décima son fotografías que recordaran en el Santiago Bernabéu con algo de nostalgia.
Pero la regularidad no lo acompañó nunca. Los momentos de fútbol champagne, como los que mostró en aquella Eurocopa del 2016 con la camiseta de la selección galesa, nunca coincidieron en espacio ni tiempo con el escudo de un club histórico. Y ahí, quizás, esté la gran decisión de Zidane; un entrenador que ya avisó que la liga española (torneo que premia a la regularidad) es su prioridad en la 2019/20.
Por eso, Bale deberá buscar su futuro en otra parte y los mejores equipos del mundo ya le ponen el ojo. Desde el Tottenham, donde encontró su mejor nivel jugando por la banda, hasta el PSG, club que parece tentar un posible truque con el equipo español, donde el nombre de Neymar sería una opción para, por fin, deshacerse del crack brasileño.
Volver a la Premier
Tras cumplir el sueño de todo niño que empieza a patear una pelota, ahora es momento de que Gareth tome una decisión para el bien de su futuro futbolístico. Regresar a Inglaterra parecería ser lo más claro teniendo en cuenta que la Premier League es una competición que ya conoce, un idioma que maneja a la perfección (por obvias razones) y, llegue al equipo que llegue, será para ser la gran figura.
Ahora, lo que sí deberá tener claro es que es casi obligatorio reducir sus pretensiones salariales. Los equipos ‘millonarios’ en Inglaterra –llámense Manchester City, Chelsea o Manchester United– parecen no tenerlo en sus planes por diversos motivos. Los primeros ya tienen ocupada la posición del galés (Sané, Sterling, Mahrez, Bernardo Silva); los segundos no pueden fichar por una sanción de la FIFA y los terceros han cambiado su política hacia una que se concentra en llevar a jóvenes talentos a Old Trafford (Daniel James y Aaron Wan-Bissaka son dos ejemplos de ello).
Dicho esto, la opción más potente parece ser la de los Spurs. Luego de llegar a la final de la Champions League, al proyecto deportivo de Mauricio Pochettino le caería a la perfección un líder futbolístico que se sume al dúo de Harry Kane y Son Heung-Min. Talento, obviamente, tiene de sobra y, en comparación con lo que era cuando dejó Londres hace seis años, seguro que su función cambiaría drásticamente.
El jugador potente, rápido y de buena pegada que hacía toda la banda en el ya desaparecido White Hart Lane ha evolucionado. A lo físico y técnico le ha sumado inteligencia táctica para convertirse en un futbolista poli funcional que se puede desempeñar como delantero, pero también como hilo conductor de un equipo, como demuestra cada vez que defiende los colores de su país. Por eso, de sumarse al cuadro de ‘Poch’, el equipo londinense ganará a un jugador total que solo necesita algo de confianza.
Otros horizontes
Desde China también le guiñaron el ojo, pero Bale sabe que todavía tiene tiempo y calidad para tomarse una revancha en las grandes ligas europeas. De no recaer en las islas británicas, en París no tendrían problemas en abrirle las puertas como se ha dicho en las últimas horas. Un cambio con Neymar haría que el extremo se pudiera convertir en la verdadera estrella del proyecto que ahora comanda Thomas Tuchel.
No es sorpresa que al técnico alemán le gustan los planteamientos de transiciones rápidas y el todavía jugador del Real Madrid ha demostrado que la velocidad sigue siendo parte importante de su repertorio. Así, junto a Cavani y Mbappe, Gareth Bale podría encontrar su lugar en el mundo con más libertad posicional que la que le ha brindado Zidane en los últimos años con la camiseta blanca.
Dicho esto, es claro que todo dependerá del representante –algo polémico– del futbolista. Con 30 años, el nacido en Cardiff todavía tiene mucho que hablar y de tomar una buena decisión podrá confirmar que el fútbol y el talento siguen siendo parte intrínseca de él. Ahora solo es cuestión de horas para ver qué sucederá con un jugador que dejó buenos momentos en Real Madrid, pero al que también se le acabó el crédito.
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