Todos tenemos un amigo con el cual la relación no funcionaba muy bien en un inicio. Y ni por casualidad o por broma, uno creía que esa persona llegaría a ser importante. Eso pasó con Luis Figo y Zinedine Zidane cuando recién se conocieron en el Real Madrid, allá por el 2001. Pero a la fecha, cada uno se rinde ante el otro cuando les toca hablar de ellos.
Luis Figo fue entrevistado en el programa español 'El Larguero' y no se midió en elogios para su ex compañero de equipo.
"Él encaja perfectamente, tiene una forma tranquila de ser y mejor de cómo lo está haciendo es imposible. Espero que como amigo siga muchos años", dijo Figo sobre Zidane, entre muchas otras cosas que fue consultado.
Pero esa relación, que hoy cualquier amistad envidiaría, empezó muy mal. Hubo un tiempo en el que Zidane no se sentía cómodo en el Madrid y decidió presentarse en el despacho de Florentino Pérez, a contarle que no encajaba en el equipo, y que no entendía por qué Figo nunca le pasaba el balón...
Eran otros tiempos. Zidane acababa de llegar procedente de la Juventus a un cuadro cuya figura era un portugués, Figo. Y que poco a poco se llenaría de más estrellas hasta convertirse en el equipo que el fútbol recuerda como 'Los Galácticos'.
Si por celos u otras diferencias, lo cierto es que el luso le puso las cosas difíciles al francés durante los primeros partidos. Pero con una llamada del presidente cambió todo.
Luego de recibir los reclamos de Zidane, Florentino llamó a Figo a pedirle dos cosas: que le pase el balón a Zizou' y que lo invite a cenar.
Y como donde manda capitán, no gobierna marinero... el por entonces '10' del Madrid acató la primera orden solo en el siguiente encuentro. No pasó mucho tiempo para que esa dupla funcionara a las mil maravillas dentro del campo. Aunque el otro pedido quedó pendiente un tiempo más, pues Zidane, simplemente, no quería salir a cenar.
Lo que llegó después fue la novena conquista de la Champions League, una Intercontinental, dos Ligas de España y otros títulos más que Lucho y Zinedine le regalaron al Madrid.
Esa relación que empezó mal y que el Bernabéu 'sufrió', mejoró con los años, tanto dentro como fuera del campo, y se convirtió en una sólida amistad en la cual se apoyan ambos para empujar el coche llamado Real Madrid, aunque uno lo haga hoy como técnico