La cuarentena no ha tratado a todos los futbolistas de igual manera, incluso a los de clubes ‘top’. Si bien la mayoría pudo entrar en confinamiento en sus respectivos hogares, donde además cuentan con gimnasios personales, hay otros que la han pasado mal, como Christian Eriksen, quien llegó al Inter de Milán en enero, justo antes del estallido del coronavirus. El danés no pudo regresar a su casa y ha vivido una verdadera odisea en Italia.
El mediocampista, que llegó al cuadro 'neroazzurro' por 20 millones de euros desde el Tottenham, contó el calvario que ha pasado en estos tiempos desde que lo desalojaron del hotel en el que estaba.
“Pensé en pedir a Young y Lukaku pasar el confinamiento con ellos, pero tienen familias de las que cuidar y 14 días son muchos para estar durmiendo en el sofá de otra persona”, contó Eriksen al diario ‘The Sun’.
El futbolista de 28 años se quedó finalmente en la Ciudad Deportiva del club “con un chef y cinco miembros del staff que han preferido pasar aquí la cuarentena para proteger a sus familias”, contó.
Tampoco ha estado libre de los problemas con la policía: "Me paró y, con lo mal que hablo italiano, les intenté explicar lo que hacía, a dónde iba y por qué estaba en la calle".
El danés también reconoció que no se ha entrenado de la mejor manera.
“He estado corriendo en el parking y he calculado que puedo correr 35 metros y luego darme la vuelta. No he tocado un balón en siete semanas, el periodo más largo de mi vida, y lo empiezo a echar de menos”, confesó.
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