¿Soy italiano? No. ¿Me gusta la pizza? Me encanta. ¿Alguna vez he ido a Milán? Nunca. ¿Se puede ser hincha de un equipo de un país que no sea el tuyo? Claro que sí . Soy más peruano que la papa, pero no me pierdo ningún partido del Inter de Milán. ¿Cómo así? Les cuento la historia. Cuando era ‘chibolo’ no transmitián el fútbol peruano por la TV. Sin embargo, sí pasaban fútbol internacional. Canal 7 daba la Serie A a inicios de los noventa. Me tocó ver uno entre los dos equipos de la ‘ciudad de la moda’: AC Milan, con los holandeses Gullit, Van Basten y Rijkaard, ante el Inter, que tenía a los alemanes Matthaus, Klinsmann y Brehme. El estadio se veía alucinante. Las hinchadas enormes. Ganó el AC Milan porque era un equipazo, pero me enamoré del que vendió cara su derrota. En la vida nunca se puede triunfar siempre, pero hay que morir en el intento. En esa época los ‘bravos’ eran Juventus, Napoli y el otro equipo de la ciudad.
Inter es un equipo grande, pero tuve que esperar hasta el 2006 para ver su primer título de liga. Toda una vida. Para que quede claro que no soy hincha del resultado. En aquella temporada Mancini era el DT y las figuras el ‘Emperador’ Adriano y el ídolo ‘Pupi’ Zanetti. De ahí vino la época dorada con Mourinho y ese equipazo que se ‘comió’ el mundo en 2010. Es ahí donde se me viene un partido que quedará marcado en mi corazón: el día que la ‘neroazzurri’ le dio una lección al mejor equipo de la historia: nada menos que al Barcelona de ‘Pep’, Messi y compañía.
Un día memorable
Fue un martes 20 de abril de 2010. Ese día me tocó trabajar en la querida exredacción de Depor. Un lugar donde el silencio se imponía y las demás oficinas parecían iglesias. Siempre nos mandaban a callar, pero nadie hacía caso. Inter recibía al Barcelona en San Siro, en el partido de ida de semifinales. La mejor versión mostrada por un equipo de fútbol gracias a Guardiola y sus intérpretes Dani Alves, Busquets, Xavi, Messi e Iniesta, que no jugó ese partido. También estaba Zlatan, que llegó a España intercambiado por Eto’o. Los azulgranas arrasaban con todas las copas e iban por el bicampeonato.
Ese día le tocó morder el polvo de la derrota. Igual Pedro adelantó el marcador. Me sentí fusilado. En 19 minutos parecía que la serie estaba sentenciada. Pero el Inter reaccionó y empató rápido con gol de Sneijder, quien tuvo un año espléndido. El primer tiempo terminó 1-1. Para muchos era sorpresa. Hasta que Maicon rompió el empate en el amanecer del segundo tiempo. Fue un golazo, con harto empuje, corazón y huevos. Cuando sí exploté y me quedé afónico fue en el 3-1 de Milito. Me mandaron a callar de otra oficina, pero los mandé a volar. Algunos pensaban que estaba loquito. El que no vive el fútbol es porque está muerto. Era la primera vez que Barcelona perdía por dos goles de diferencia. Inter no solo le ganó, sino también le destruyó el ego y lo hizo vulnerable. La vuelta en el Camp Nou también fue épica. Así se metió en una final, la cual se la ganó al Bayern.
Muchos seguirán pensando que es inverosímil que alguien sea hincha de un equipo que no es su país. Otros apelarán a lo inexplicable. Somos hinchas y ningún argumento nos cambiará de parecer. Así somos los apasionados del fútbol. Solo una cosita más: FORZA INTER PER SEMPRE.
TE PUEDE INTERESAR
- Chelsea le abre las puertas: Real Madrid ya sabe el precio de Kanté para el próximo mercado
- Tom Hanks reaparece en TV tras superar el coronavirus: “Nadie quiere estar cerca de mí”
- No se mueve: Barcelona descartó la venta de Arthur en el próximo mercado de fichajes
- El drama de Rakitic en el arranque de la temporada con el Barza: “A veces pasan cosas que uno no entiende”