Entre el ambiente tenso que vive Alianza Lima por tener pocas posibilidades de meterse en la pelea por el Torneo Apertura, el conjunto de Roberto Mosquera se dio tiempo para seguir ilusionando a sus fanáticos con el carisma que los caracteriza y humaniza a cada uno de sus jugadores, que hoy sonríen tras lograr vencer a Real Garcilaso en Matute.
Mientras Alianza Lima culmina los entrenamientos matutinos, Walter Ibáñez, Lionard Pajoy, George Forsyth, Óscar Vílchez, por ejemplo, se acercan a un niño parado al borde del campo. Él lleva puesto un gorro verde para tratar de ocultar su enfermedad, pero su sonrisa evidencia la mezcla de emociones, de color azul y blanco, que lo embargan por dentro al ver a sus ídolos futbolistas. El apasionado – digámosle – nunca los vio tan cerca, nunca.
Acostumbrado a tomar el control de las situaciones, Walter Ibáñez es el primero en abrazar al apasionado y el resto del plantel comienza a rodear a esa ilusión andante que se metió a la cancha para jugar con la sensibilidad de la familia aliancista. Él es el protagonista en el césped donde tantos guerreros e ídolos de Alianza Lima hicieron historia. Él es uno más.
Cuando menos se da cuenta, el mejor de los fanáticos recibe la historia de Alianza Lima resumida en unas revistas de colección que cargaba en sus manos Luis Ramírez y Eduardo Uribe, dos de los jugadores que mostraron su evolución favorable en la remontada por 2-1 a Real Garcilaso.
En esos momentos, todo Alianza Lima sonríe y chacotean entre ellos para contagiar de más ilusión al apasionado, que se deja llevar. Por eso se quita el gorro verde para colocarse la camiseta del club de sus amores con miras a recibir la firma de todo el plantel, nada menos.
El apasionado, luego, se coloca la gorra oficial de Alianza Lima, como si quisiera que su cabeza se llene de más optimismo para seguir firme en su lucha por vencer a esa caprichosa enfermedad; la misma que es asistida por Make a Wish, una asociación civil sin fines de lucro creada en el año 2003 con el objetivo de hacer realidad los deseos de niños y adolescentes entre los 3 y 18 años de edad que padecen alguna enfermedad amenazante.
Mientras el apasionado sigue envuelto en la ilusión, Reimond Manco se acerca al niño con regalos envueltos para alimentar su burbuja emotiva que quedará impregnada en su recuerdo eterno.
Dicen que Roberto Mosquera fue uno de los más entusiasmados con esta situación y, por eso, llamó al grupo para posar junto al grupo y familiares del apasionado frente a la cámara de la prensa de Alianza Lima, que se encargó de difundir las fotografías en su web oficial de un encuentro con valor humano.
El plantel Alianza Lima regaló sonrisas a un fanático, que logró que este periodista saque de sus manos el verbo de ilusión, porque queremos seguir contagiándote – a través de estas líneas – de más fuerza, apasionado.
LEE ADEMÁS…